Todas las palabras encierran el mismo mensaje: acabar con la desigualdad del género y continuo atropello a los derechos de la mujer. Para llegar a donde está superó un proceso de selección entre más de cien candidatas de todos los continentes.
En una entrevista con el secretario general de ONU asegura que en su casa, como no podía ser de otra manera, todos son “muy igualitarios” y que tiene el oído muy fino para identificar conductas machistas. Me hace daño a la vista ver en los periódicos las fotos de los consejos de administraciones de la empresas donde todos son hombres, porque esas imágenes frenan las aspiraciones de los jóvenes.
Siempre he tenido unos objetivos muy claros y ambiciosos pero con una visión reformista.
Soy moderadora. Hay que llegar a la igualdad total, pero cambio a cambio no por decreto. Creo en las reformas sociales, no en las revoluciones.
Sí, pero ha sido la única revolución pacífica de la historia de la humanidad.
Las mujeres se han manifestado, han peleado y llorado, pero no han matado a nadie por sus derechos.
Todavía no se ha conseguido la igualdad, aunque sí la legitimación de nuestras aspiraciones.
Todavía funciona el estereotipo de que la libertad es un valor enorme en los hombres, pero no tanto en las mujeres. Esto debe cambiar -Nelly me decía-, en contra del estereotipo de que las feministas son resentidas y agresivas. Yo defiendo la igualdad, pero también la posibilidad y una familia y disfrutar con ello. Comparto esa aspiración por la vida lo más completa posible.
Haiku
El cactus, primavera,
te desafía
a dura guerra.
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Aurora Bitón
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