Los usuarios del Sistema Integrado de Transporte Metropolitano (SITM) continúan protestando al confirmarse un nuevo incremento de tarifas de boletos que golpea a todos los sectores.
Dentro de una realidad complicada por la situación económica del país, la decisión aprobada el pasado viernes -solamente un día después de realizarse la audiencia pública- que comenzará a implementarse desde el próximo martes 1, de incrementar el pasaje en un 33% con SUBE y 40% sin la tarjeta, hizo crecer aún más los cuestionamientos que los pasajeros comunes repiten hace años sobre el servicio en manos del cada vez más cuestionado Grupo Z.
Con el comienzo del nuevo año, en Posadas el boleto con SUBE aumentará $5, pasando a costar $20. En tanto que sin SUBE tendrá un precio de $28. La tarifa entre Posadas y Garupá valdrá $25,90 con SUBE y $36,25 sin el plástico; y el tramo Posadas – Candelaria con SUBE será de $30,54, y sin el uso de la tarjeta $42,75.
De acuerdo al nuevo esquema tarifario, un trabajador que viaje dos veces en Posadas de lunes a sábado, con el uso de la SUBE gastará 1.000 pesos mensuales. Considerando que el salario básico es de 11.300 pesos, implicará alrededor de un 8% de su ingreso.
Cabe mencionar que muchas de las familias posadeñas están compuestas por dos adultos asalariados que incluso en varios casos deben utilizar el colectivo hasta cuatro veces por día por los horarios laborales de doble turno. Si se multiplica la incidencia, no habrá salario que resista.
Así, el malestar y las críticas se multiplican en los colectivos, las paradas, en medio de las charlas cotidianas y también se expanden con crudeza a través de las redes sociales.
PRIMERA EDICIÓN realizó una recorrida para consultar a los usuarios sus opiniones en relación a una nueva suba del boleto y la calidad del servicio que se ofrece en Posadas, Garupá y Candelaria.
Norma Beatriz del barrio Mini City indicó: “Estoy completamente en desacuerdo con este aumento que se aprobó. No corresponde este nuevo incremento teniendo en cuenta la crisis económica en la que nos encontramos. Además los servicios son pésimos, no se respetan los horarios ni contamos con la cantidad de líneas que se necesita, la manera en que se viaja es un desastre”.
Al mismo tiempo añadió: “Creo que debería haber un control por parte de la ciudadanía para saber cómo se maneja el tema de la recaudación por la SUBE, porque no hay un control sobre eso. Los controles son realizados por el propio Grupo Z que es el que maneja todo”.
En tanto que Martín, residente de Garupá, opinó que “la suba del precio del boleto es un saqueo a los bolsillos de los trabajadores que ya se están bancando pagar tarifas altísimas en luz y otros servicios. En una provincia con salarios inferiores a otros lugares del país, es un insulto el precio actual del boleto de por sí. Y más teniendo en cuenta el pésimo servicio que ofrecen con colectivos abarrotados de gente en horas pico, disminución de frecuencias después de las 22, y barrios donde los colectivos casi no entran”.
Vita del barrio Villa Poujade aseguró no estar de acuerdo con el aumento. “Para los trabajadores que utilizamos los colectivos todos los días es mucho el precio que quieren cobrar. No se puede pagar”.
Ernesto Maidana del barrio Santa Rita consideró: “A los pasajeros nos cuesta pagar tanto dinero, más teniendo en cuenta que el servicio es usado principalmente por los trabajadores. Ese presupuesto pesa muchísimo todos los meses”.
Por su parte, Franco del barrio Santa Helena remarcó: “Ahora ya es muy caro pagar el boleto, si aumenta es demasiado. Uso los colectivos todos los días, el estado de las unidades es muy malo. Deberían poner aire acondicionado en algunos coches, principalmente ahora que hace tanto calor. Se ve que todo lo que recaudan no lo invierten para mejorar el servicio”.
Daniel de Itaembé Guazú indicó: “No estoy de acuerdo con el nuevo aumento. Las empresas no deberían justificarse con la pérdida del subsidio nacional, parece ser la excusa que utilizan. Estas empresas crecieron tanto por los subsidios que recibieron, sin embargo nunca le dieron un beneficio al usuario”.
Otra protesta de vecinos autoconvocados de fin de año
Dentro del tenso contexto que se generó, usuarios del servicio de transporte urbano comenzaron a autoconvocarse a través de las redes sociales para realizar una movilización en la terminal de transferencia de la avenida Quaranta y expresar el rechazo ante un nuevo aumento del precio del boleto.
La protesta se realizará mañana a partir de las 7.
Consultados por este Diario los vecinos autoconvocados expresaron sus reclamos e invitaron a todos los que quieran sumarse a la manifestación.
Olga expresó su “disconformidad total con las medidas totalmente arbitrarias que se tomaron para subir el boleto. Cada año tenemos que soportar tres o hasta cuatro incrementos, y estamos muy cansados. Queremos una tarifa módica. También que se respeten las paradas y que el inspector controle los lugares por donde pasan los colectivos, no que vean solamente si pagamos el boleto. Queremos y exigimos cumplimiento así como ellos con total arbitrariedad nos hacen cumplir”.
En tanto que Alejandra del barrio San Isidro señaló que “los empresarios siempre quieren subir el boleto pero nunca invierten para mejorar el servicio que brindan. Los colectivos por las noches no circulan, hay barrios que se quedan sin línea temprano. Y en época escolar hay que salir muy temprano con los chicos porque los colectivos no paran en la exruta 213, pasan de largo. Las unidades no dan abasto”.
Ana Elizabeth dijo que “en general el servicio de las empresas es un desastre. En la terminal de transferencia en verano hace muchísimo calor y en invierno se pasa frío, cuando llueve nos mojamos todo. No sabemos que hacen con todos los aumentos de boleto si el servicio sigue siendo pésimo”.