Una mujer que fue secuestrada y se convirtió en víctima de trata hace 32 años fue rescatada en las últimas horas en la localidad boliviana de Bermejo, limítrofe con Salta, y fue trasladada hacia Mar del Plata junto a su hijo de 9 años. Fuentes oficiales informaron que la víctima fue secuestrada en esa ciudad balnearia, de donde es oriunda, cuando tenía 13 años.
La investigación se había iniciado en 2014, cuando Gendarmería Nacional recibió una orden judicial para revisar el caso, y recién en el inicio de 2018 se pudo confirmar que esta mujer estaba en Bermejo.
Vivían como esclavos, en condiciones extremadamente precarias en el fondo de un garaje en el que los mantenían encerrados con doble candado, sin sus documentos. Así encontró Gendarmería a esta mujer de 45 años y a su hijo de 13 el sábado cuando fueron rescatados del infierno de la trata de personas.
La mujer era explotada en un prostíbulo de Bolivia, y sus familiares desde Mar del Plata nunca habían dejado de buscarla.
Después de una larga investigación, se localizó a “P” en un puesto de comida en el mercado central de la localidad de Bermejo, en Bolivia, que hace frontera con Salta. Los investigadores contaron a Clarín que en el momento del rescate las dos víctimas “estaban por debajo del peso básico que debían poseer”, en especial la mujer, con 20 kilos menos de lo normal para su edad y constitución.
La tragedia para “P” comenzó en 1987, cuando tenía 13 años y desde Mar del plata fue llevada engañada a Bolivia, con promesas de bienestar y trabajo. El ciudadano boliviano que la habría engañado está identificado como “AC”, de unos 50 años. Ese año, llevó a la víctima y a su hermana mayor, de quien era novio, junto a su bebé de pocos meses de vida.
Sola en Bolivia
Tres meses más tarde, la hermana mayor -según revelaron las fuentes del caso- se peleó con su captor y regresó al país, pero le impidieron traer a su hijo y a su hermana.
Una vez aquí, denunció que las habían engañado: dijo que llegaron a Bolivia y el hombre que las llevó, las obligó a trabajar en un prostíbulo propiedad de su propia hermana, identificada en la causa como “Lola C”. Pero la mujer no pudo precisar la ciudad y el lugar exacto en donde se encontraba.
Una denunciante anónima aportó el dato de que “P” podría encontrarse en la localidad de Bermejo. Se dio aviso a Interpol, pero los primeros intentos fueron en vano: “Las investigaciones desarrolladas para dar con el paradero de la ciudadana fueron infructíferas”, se informó entonces.
Fue a finales de 2017 que se obtuvo información que indicaba que “P” podría estar en el mercado central de Bermejo, junto a su hijo de 13 años, por lo que se informó a la Fiscalía Federal de Orán y se ampliaron las pesquisas. Las investigaciones fueron desarrolladas en conjunto por Gendarmería Nacional y la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) de la Policía Nacional de Bolivia, Unidad Bermejo.
Sin documentos
La confirmación llegó entre octubre y noviembre: los investigadores confirmaron que la mujer buscada estaba en el viejo mercado central. Las fuentes confiaron que entre el 17 y el 21 pasados se coordinaron las tareas para devolverla a su hogar junto a su hijo.
”P” le había contado a las autoridades bolivianas que deseaba volver a Argentina con su hijo pero que la mujer para la cual trabajaba no la dejaba y le retenía los documentos de ambos, por lo que funcionarios judiciales y policiales de Bolivia encabezaron un operativo para recuperar su documentación y facilitar su salida del país. Allí comprobaron las condiciones de precariedad en que vivían: en el fondo de un garaje donde un armario dividía un estacionamiento del sitio de su estancia. Por fuera, la puerta estaba cerrada con dos candados.
La mujer y su hijo quedaron a disposición de la Oficina de Rescate y Asistencia a las Víctimas del Delito de Trata de Personas de la ciudad de Salta y, posteriormente viajaron hasta Mar del Plata.
La víctima pudo regresar a Argentina el sábado 22 de diciembre, con su hijo. Partieron en avión a Buenos Aires y tras reunirse con personal de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas fueron trasladados por tierra a Mar del Plata, donde finalmente pudo reencontrase con su familia y celebrar la Nochebuena. Los captores continúan bajo la lupa de los investigadores: estiman que puede haber otros casos y en consecuencia más víctimas de trata.
Fuente: NA, Télam y medios digitales