En la edición del sábado 24 de noviembre en la página 6 del Diario de su digna dirección dice: “En diciembre arranca la ‘zafriña’ de verano autorizada por el INyM”.
Me pregunto hasta cuándo tenemos que digerir la penetración de un país vecino. En castellano sería el diminutivo “zafrita”.
A mi entender, con un nacionalismo moderado, ese término de “zafriña” y otros asuntos que describiré, lo venimos aceptando sin poder digerirlo. Por más de 70 años venimos aceptando y dándoles tierras a intrusos de un país vecino, con todos los beneficios propios argentinos.
Las emisoras de radio que pululan en la zona solamente lanzamos al aire música brasileña en un 80%. Las fiestas juveniles bailables se hacen con animación de orquestas brasileñas en un 90%…
Ahora, según noticias, los brasileños en nuestras fronteras nos van a poner comercio libre en sus puertos para bajar la mercadería en su costa. Pregunto: ¿la AFIP y la Dirección General de Rentas ya tienen las medidas niveladoras? A nosotros los comerciantes estas medidas sucias nos perjudican.
A mi entender la penetración pacífica nos está perjudicando.
En la década de los años 70, en Brasil se publicó un mapa que yo vi y ponía como límite entre los dos países al río Paraná; es decir que Misiones, Corrientes y Entre Ríos pasaban a pertenecer a Brasil. Fue un intento, pero la idea existió.
Como broche de oro, hasta no hace mucho se hacían fiestas bailables en las vísperas del 25 de mayo y el 9 de julio, y para colmo estas fiestas bailables eran con orquestas brasileñas. ¿Y las nuestras?
Equívocamente se compran dólares que Argentina tendrá que pagar algún día, para ir a las playas brasileñas cuando ello se puede hacer con pesos argentinos.
El pésimo laudo de Estados Unidos, del presidente Cleveland, motivó que le regaláramos 3/4 partes de lo que es nuestra Provincia a los hermanos brasileños. Nadie protestó por lo nuestro, cuando esos territorios fueron ganados por Andrés Guacurarí.
Hay mucho más para decir antes de uno ponerse a llorar porque hasta nosotras gloriosas Fuerzas Armadas fueron desmanteladas por políticos charlatanes carentes de espíritu nacional.
Pongo punto final a este escrito que sale de lo más profundo de mi corazón, lamentando la incapacidad gubernativa desde hace mucho tiempo.
Alfredo E. Halberstadt
Posadas (Misiones)