Día de los derechos humanos, de la democracia en la Argentina. Decenas de estudiantes de todos los niveles, desde el primario hasta el universitario se levantaron ayer a horario, para llegar a sus lugares de estudio y rendir exámenes.
Sin embargo, una imposición de un grupo empresario a cargo del monopolio del Sistema Integrado de Transporte de pasajeros entre Posadas, Garupá y Candelaria, decidió que no existía más el Boleto Educativo Gratuito (BEG) que financia el Estado provincial para que los estudiantes puedan trasladarse sin costo alguno.
El Grupo Z, adoptó una vez más (no es la primera vez que lo hace) una vergonzosa medida que puso en evidencia el poder que tiene frente a las autoridades que deben ejercer el poder de Policía.
Entonces, en medio de una profunda crisis económica que vive el país a la que no escapan los habitantes de estas tres ciudades mencionadas, el estudiante que tenía crédito en la SUBE o en el bolsillo para pagar el boleto único, pudo viajar y rendir sin problemas. El que no tenía, se volvió a la casa y perdió la mesa de examen. Así de arbitraria fue la medida Z que no tuvo hasta ayer, ningún tipo de penalidad.
Antes, al menos, disimulaba con “problemas en los sistemas”, “algunos choferes no advirtieron que el BEG continuaba”, entre otras excusas. Ahora, directamente, afirmaron en un comunicado que ellos tomaron la determinación porque no vieron el decreto de extensión del BEG en el Boletín Oficial. No leen diarios, no tienen secretarios que les informen, ni redes sociales, ni celular, ni escuchan radio ni miran TV. Claro, hay que recordar que la cabeza del Grupo Z vive en Buenos Aires donde maneja un “monstruo” del transporte porteño. Tal vez haya que mandarle una Carta Documento a la CABA para notificarlo… Sólo queda advertir algo más: en pocos días saldrá una nueva audiencia pública para subir el boleto (una más y van). Tal vez lo ocurrido ayer es parte de la habitual presión Z para seguir recaudando.