TEL AVIV, Israel (AFP-NA). El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mantiene sus proyectos de colonización y utiliza las críticas internacionales e internas que provocan como argumento electoral contra la oposición, acusada de hacer un frente común con los palestinos.En el plano diplomático, en cambio, se espera que Netanyahu intente calmar la tensión suscitada por su política, durante una visita el miércoles y el jueves a Berlín, donde se reunirá con la canciller Angela Merkel.Alemania, considerada la potencia europea más cercana a Israel, se abstuvo el jueves pasado en la votación de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que acordó a Palestina el estatus de Estado observador no miembro. Sólo nueve países votaron en contra.Israel reaccionó anunciando la construcción de 3.000 viviendas más en Jerusalén oriental, ocupado y anexionado desde 1967, y en Cisjordania, y añadió que se plantea construir otras 1.600 en otra colonia.La abstención alemana se ha interpretado como un revés para Netanyahu. Estados Unidos le pidió además que renuncie a esos proyectos de colonización, y cinco países europeos, entre ellos Gran Bretaña, Francia y España convocaron el lunes a los embajadores israelíes para protestar por el mismo motivo.Dentro de Israel, el aislamiento diplomático del país ha pasado a dominar la campaña de cara a las elecciones legislativas del 22 de enero, dominada hasta ahora por temas sociales.“Es la izquierda israelí la que ha provocado las críticas internacionales”, dijo ayer a la radio pública el ministro de Medioambiente, Gilad Erdan.El ministro, cercano a Netanyahu, calificó de “provocador nacional” al ex primer ministro Ehud Olmert, que denunció la reactivación de la colonización.“La izquierda atiza las presiones extranjeras”, titula en un editorial el diario Israel Hayom, cercano al primer ministro.En respuesta, Tzipi Livni, ex ministra de Relaciones Exteriores (2006-2009), que acaba de crear un partido centrista, acusó a la coalición en el poder de llevar a cabo “una campaña de provocación que quiere presentar a todos los que critican al Gobierno como colaboradores del enemigo”.Según varios comentaristas, los allegados de Netanyahu sospechan que el presidente estadounidense Barack Obama y los países europeos quieren debilitar a Benjamin Netanyahu antes de las legislativas.El diario Yediot Aharonot cita a un alto responsable del ministerio israelí de Exteriores que acusa a los países europeos de “injerencia” en las legislativas de enero.“Transmiten el mensaje de que todos los que eligen a Netanyahu están votando por que Israel se convierta en un Estado paria”, afirma el funcionario, que cree que semejante estrategia es inimaginable “sin una coordinación y el acuerdo de la administración Obama”.Ante esas críticas, Netanyahu tiene sin embargo un margen de maniobra reducido.Un analista político de la radio pública destaca que el mandatario no puede dar marcha atrás ahora y renunciar públicamente a esos proyectos, con las elecciones legislativas tan cerca.“No tiene ningún voto que ganar en el centro, sólo puede ganar del lado de la derecha”, es decir, entre los ultranacionalistas favorables a la aceleración de la colonización, sostiene el comentarista.Los sondeos predicen una mayoría de derecha para Netanyahu, frente a una oposición centrista y de izquierda dividida. Europa condena las reprasalias de IsraelEn una acción diplomática sin precedentes con Israel, cinco países europeos convocaron a los embajadores israelíes en sus respectivas capitales para protestar por la construcción de 3.000 nuevas viviendas en Cisjordania y la retención de los fondos que Tel Aviv recauda en nombre de la Autoridad Palestina.Reino Unido, Francia, Suecia, Dinamarca y España llamaron a los embajadores israelíes de forma concertada, aunque el conjunto de la Unión Europea (UE) actuó de nuevo en orden disperso. Alemania e Italia criticaron las represalias del gobierno de Benjamín Netanyahu después de que Palestina lograse el jueves en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el estatuto de Estado observador no miembro. Rusia también hizo otro tanto. Otros miembros de la UE guardaron silencio.La convocatoria de los embajadores israelíes constituye una modalidad de protesta novedosa, pero blanda, por parte de los cinco países europeos. Llamar a consultas a sus embajadores en Tel Aviv habría sido más enérgico.A pesar de la contundencia de las condenas, de momento no parece que las relaciones de fondo entre los países europeos e Israel vayan a verse afectadas por esta crisis.
Discussion about this post