Una denuncia vinculada a un presunto caso de corrupción derivó en las últimas horas en un allanamiento a la Fiscalía de Primera Instancia Civil, Comercial, Laboral y de Familia 3, con asiento en San Vicente. Por esa pesquisa, las autoridades del caso ordenaron el secuestro de la computadora utilizada por la titular de la dependencia, la letrada Nilda Genoveva Gauna.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, si bien el caso se maneja con marcado hermetismo, la situación guardaría relación con la denuncia radicada por una mujer varios días atrás. En la misma, la denunciante apuntaría directamente contra la representante del Ministerio Público.
Por lo pronto, ayer trascendió que Gauna se encuentra actualmente de licencia, aunque aquello no fue impedimento para que el Superior Tribunal de Justicia resolviera suspender por 30 días a la funcionaria, a la vez que se inició un sumario interno para establecer o deslindar responsabilidades.
La investigación recayó en manos del magistrado Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, quien ante los elementos que obran en el expediente consideró necesario el secuestro de la máquina. Fue por ello que durante la mañana del último jueves efectivos de la Unidad Regional VIII de la Policía de Misiones irrumpieron en el edificio emplazado sobre calle Balbín y Juan XXIII. De la escena se llevaron, mediante orden judicial, la CPU en cuestión.
Por lo pronto, se supo que no hay orden de detención sobre la titular de la Fiscalía. Sin embargo, es de esperar que en las próximas horas Casco llame para declaración indagatoria a la funcionaria sospechosa. Allí conocerá los delitos que se le imputan y tendrá la posibilidad de defenderse.
Sobre la denuncia que dio inicio a la investigación y derivó en los allanamientos, pese a que apunta a una funcionaria pública y comprometería una posición tan delicada como lo es la de la “dueña de la acusación”, no trascendieron mayores detalles. Aquello derivó en una serie de rumores que ayer circulaban por las calles de San Vicente con la velocidad de la pólvora, aunque hasta el momento con más dudas que certezas.