Corrió tanta tinta en la joven historia misionera que nos encontramos hoy con la edición 10.000 de nuestro querido matutino. Ese que desarrollamos todos los días con un único objetivo: dotar a nuestros lectores con las necesarias herramientas para tomar mejores decisiones.
No es que esta edición sea especial, porque al fin y al cabo nos tomamos con la misma seriedad cada una de las 9.999 anteriores y las miles que están por venir. Simplemente queremos detenernos unos instantes en esta porque nos encuentra a usted, amigo lector, y a nosotros en un momento complejo.
Cuando en 2015 la mayoría apostó por el cambio nadie en realidad pudo prever con exactitud lo difícil que estarían las cosas a estas alturas y lo enredado que se pondrá en los próximos meses. Parecía entonces que la tenían un poco más clara y que nos la pondrían bastante más fácil.
Hoy, cuando todos entendemos cabalmente que nunca hubo brotes verdes, ni lluvia de inversiones, nos cabe a todos hacer compromisos; porque si hay algo que nos enseña la historia nacional es que los argentinos de a pie nos salvamos cuando fue otro argentino de a pie el que nos tiró una soga. Las clases políticas, sean del color que fueren, tarde o temprano nos dejaron a mitad de camino y entonces dependimos de nosotros mismos.
Es así que hoy, con la edición 10.000 le entregamos un ejemplar y con él nuestro renovado compromiso de decirle siempre la verdad más allá de los intereses económicos y/o políticos que tanto condicionan a los medios de comunicación que se toman la actividad seriamente.
Una vez más y como todos los días, pero más especialmente hoy, ratificamos la conveniente perspectiva de hacer periodismo por sobre cualquier otra cosa, aun cuando ello implique dar malas noticias que, al fin y al cabo, son hoy las que determinan el estado de las cosas y nos ayudan a enfrentar mejor los tiempos por venir. Porque a lo largo de las 9.999 ediciones anteriores confirmamos que la única relación, que sobrevive al paso del tiempo y a las crisis políticas y económicas, es la que tenemos con usted que nos elige todos los días al igual que nuestros anunciantes que siguen acompañando y apostando a nuestras páginas como medio de promoción.
Con este continuo compromiso, sólo resta agradecer por permitirnos seguir estando entre sus decisiones cotidianas.