Desde la Delegación en San Vicente de la Subsecretaria de Agricultura Familiar y Desarrollo Territorial de la Nación buscan insertar el cultivo de sandía Primicia en la Capital Nacional de la Madera como una alternativa más en la producción de la chacra. Con un ciclo corto de producción y muy buena rentabilidad para los productores que tienen la intención de diversificar. Por segundo año consecutivo realizaron las capacitaciones y experiencias técnicas. Puede ser una alternativa que compita con producción que vienen de otras provincias.
El técnico Javier Selzler es el responsable de llevar adelante esta experiencia con los productores, desde la Delegación del Ministerio de Agro Industria de la Nación. Calificó como “muy buena la experiencia que tuvimos el año pasado y lo que va de esta temporada. El ciclo de producción de la sandía Primicia comienza en los meses de junio y julio y se cosechan entre diciembre y enero. Es un ciclo corto, pero de buena rentabilidad para el productor”.
“La producción de sandía Primicia es con tecnologías diferentes a la convencional que se produce en primavera verano en esta zona. Por eso genera un poco de duda entre los productores que están acostumbrados a hacer plantaciones rústicas con las variedades comunes y conocidas. El cultivo primicia se inicia en el mes de junio-julio con la siembra a campo de variedades hibridas adaptadas, las que se protegen con una cobertura plástica para iniciar su germinación y favorecer su desarrollo hasta finalizar los riesgos de heladas”, explico el técnico.
A pesar de que el cultivo se inicia en temporada invernal y con bajas temperaturas, se hace con cubiertas plásticas que cumplen con la función de invernadero y de protección contra las plagas.
Javier Selzler contó que “las cubiertas plásticas llamadas casillas o tapaderas se realizan con tacuaras de la chacra para ahorrar recursos, en forma de túneles de un metro de ancho por el largo requerido. Cubre los hoyos en formas consecutivas y conservan la humedad requerida por la planta y logra temperaturas en invierno superiores a 45° como requieren este tipo de plantas. Además, son una barrera de protección ante el ataque de plagas que con cualquier ataque en ese estadio inicial produce la pérdida total de la futura planta”.
El técnico explicó que “se puede hacer con la siembra a campo directamente en el rozado debajo de los túneles, o bien en bandejas en forma de plantines”.
“Esta última forma de trabajo hace que se pueda lograr mejor rendimiento de las semillas. Caso contrario cuando se hacen sembrado directo en el campo, que puede tener fallas por distintas razones, una de ellas es la falta de control como se puede hacer cuando se hacen con bandejas. Se logra bajar los costos de semillas. Se pueden seleccionar platines vigorosos y sanos al trasplante bajando el número de fallas en los lotes”, dijo.
“Al hacer la producción con cobertura es conveniente usar sistema de riego. Para este tipo de cobertura es recomendado el uso de cintas de riego por goteo por debajo de los túneles, lo que permitirá mantener el nivel de humedad y futuras aplicaciones de fungicidas por esta vía, para la prevención de enfermedades fúngicas de raíz”.
“Las densidades usadas en este tipo de producción de sandias Primicias son de 2.000 a 2.500 plantas por hectáreas. La media de producción es de 1,5 a 2 frutos por planta. El número es inferior a los rindes de la sandía de temporada y que se producen normalmente en la zona por los productores y es debido a las variaciones de temperatura con días cálidos y noches muy frías típicas de fines de invierno. Estos cambios de temperaturas generan aborto de frutos completamente formados por la misma planta, y es por ello que no se recomienda el corte de guías ni raleo de frutos para obtención de sandias de mayor porte. Lo que resulta es sacar sandias antes de tiempo y con un ciclo más corto que las otras especies”.