La peligrosidad de dichas relaciones radica en que, en su mayoría, se presentan situaciones de abuso en las que la víctima no se da cuenta o las “normaliza”, entendiendo que son la forma en la que su pareja le demuestra amor, teniendo así actitudes de justificación de actos que el resto juzga como “poco comunes”, evitando comentar ciertas cosas que le pasan con sus amigos o perdonando cualquier tipo de actitud de la pareja.
Es probable que todos, en algún momento, hayamos vivenciado una relación de este tipo, con la propia experiencia o con la de un familiar o amigo cercano; a su vez hay personas que tienen cierta tendencia, por rasgos de personalidad, a entablar relaciones tóxicas frecuentes y, por ello, que necesitan de cierta ayuda terapéutica para hacer consciente conductas que se repiten en forma automática.
Hay señales a las que se puede estar alerta a fin de determinar si una relación amorosa tiene características de toxicidad, considerando que tu pareja presenta características como controlar tus amigos, gastos y aspectos de tu vida cotidiana; pedir tus contraseñas y revisar tus redes sociales o celular; planificar y organizar tu vida sin consultarte; manipularte haciéndote pensar que sin él /ella no vales nada, minimizar tus comentarios o problemas; enojarse si compartes tus problemas con otros; obligarte a tener relaciones sexuales o a ejercer prácticas con las que no estás de acuerdo o no poder expresar libremente tus opiniones o puntos de vista sobre un tema porque sabes que provocará enojo en la pareja.
Escapar de este tipo de relaciones no siempre es fácil. Confundir estas actitudes de control con amor, sostener que la pareja se lleva bien, no poder estar “sin pareja”, depender económicamente, entre otros, son los factores principales por los cuales este tipo de relaciones se pueden prolongar en el tiempo agudizando los efectos negativos.
Las personas que se dan cuenta que están atravesando por una situación como ésta de forma continua y cotidiana deben recurrir a sus amigos y familiares a fin de recuperar la confianza en sí mismo y rodearse de afectos positivos. Ésto le dará fuerzas para enfrentar la situación con la pareja y entablar un diálogo pacífico que permita evitar conflictos mayores. El acompañamiento de los seres queridos, junto con el tratamiento psicológico correspondiente, serán claves para salir de este tipo de relaciones y no volver a repetirlas en un futuro.