El barrio San Jorge alberga uno de los espacios arquitectónicos más particulares de la ciudad capitalina: la iglesia de piedra. Esta capilla, dependiente de la Parroquia Nuestra Señora de Itatí, se edificó gracias al trabajo comunitarios de los vecinos del populoso barrio San Jorge.PRIMERA EDICIÓN recorrió su predio y dialogó con algunos de las personas allegadas a la capilla de piedra.
“Nosotros estamos desde que la iglesia estaba hecha de tablas, porque antes solía ser toda de maderas, luego empezaron a construir lo que es la capilla de hoy. Surgió por iniciativa de algunos párrocos, que incentivaron a que se comience un trabajo con las piedras. Fue así que los vecinos del barrio se unieron en la construcción a base de piedra mora”, recordó Etelvina De Novoa, vecina del barrio San Jorge.
Entre los años 1987 y 1988 comenzó la edificación de la estructura sólida, con la utilización de la piedra y la creatividad de los vecinos quienes donaron su fuerza de trabajo. “Se construyó la estructura pero luego estuvo parada muchos años. Ahí, como no había dinero, nos unimos para conseguir la colaboración de todos lados, con ventas de locros y empanadas, con algunas donaciones, hasta que se logró levantarla”, contó Etelvina.
Además aseguró que “entre los vecinos nos organizamos para cuidarla, lo cual es difícil porque ya fueron varias veces las que quisieron entrar y ocupar el terreno que es de la iglesia, como pasó hace días que tuvimos que llamar a la Policía. Ahora hace falta construir un buen muro para asegurar bien el predio”.