El sábado por la noche, sobre su habitual ubicación de la calle Nahuel,Huapi de esta localidad, entre las avenidas San Martín y 9 de Julio, se desarrolló una nueva edición de la Gastroferia.
Tras una accidentada primera jornada de viernes, que se celebró bajo la lluvia, la segunda noche se ofreció perfecta para que una multitud recorriera los numerosos stands gastronómicos y disfrutara de shows gourmet y artísticos.
Con una presentación callejera propia de las ferias, con mesas espaciadas en el centro de la peatonal, entre la multitud que camina recorriendo los puestos de comida ubicados uno al lado del otro en ambos márgenes de la calle, con banderines de colores haciendo de techo, la música y los aromas que se mezclan en el aire, la Gastroferia de Puerto Rico se ha convertido en una cita obligada para los que disfrutan de este tipo de alternativas.
El viernes fue la primera cita, pero la lluvia torrencial hizo que el evento no se luciera. Aunque todo estaba preparado para lucir ese día, su brillo fue opacado por las abundantes precipitaciones.
“Vino un poco de gente, pero no podía moverse, sino que se quedaba bajo los techos nomás porque llovía mucho. Yo armé y desarmé mi stand dos veces. Pero bueno, hoy por suerte está lindo el clima y la gente pudo venir”, contó el sábado a PRIMERA EDICIÓN la repostera Cristina Knoll.
Desde comida japonesa, mexicana, o alternativas para celíacos, pasando por tragos artesanales y comidas regionales, hasta una carpa de artesanos, un show musical y radio en vivo para animar la noche, todo estuvo a punto para que mucha gente pueda pasear y disfrutar de todo lo que con gran dedicación se había preparado.
Si bien la probabilidad de precipitaciones siempre estuvo latente, e incluso por momentos cayeron algunas lloviznas, la gente no se acobardó, concurrió en buen número a la cita y la fiesta se pudo desarrollar con normalidad, variedad y mucho sabor.