En plena avenida Corrientes, el 26 de septiembre de 2014, Alejandro “Tolo” Acosta (22), murió desangrado luego de haber recibido 17 puñaladas. Horas antes habían compartido unos tragos en un reconocido local nocturno del centro posadeño.
Fue detenido e imputado como autor del hecho Guillermo Andrés Barboza quien hoy tiene 27 años. Tenía fecha de juicio en el Tribunal Penal 2 por el delito de “homicidio simple”, el cual prevé una pena de entre 8 y 15 años de prisión. En un acuerdo entre su defensor y la fiscalía, en los últimos días de junio presentó un pedido de juicio abreviado.
Tal como lo había publicado PRIMERA EDICIÓN, se reconocía como el autor del homicidio de Acosta y pedía una pena de nueve años de cárcel por el crimen. El caso quedó a consideración de los jueces del Tribunal, quienes en los últimos días homologaron el acuerdo.
En el relato de los hechos que figuran en el fallo, se pudo conocer en detalle cuáles fueron las últimas palabras de la víctima y como un tropezón terminó siendo mortal cuando “Tolo” escapaba de Barboza.
Aquella madrugada, Acosta, Barboza y un tercero, salieron de un local emplazado sobre San Lorenzo casi La Rioja hacia la avenida Corrientes.
Siempre al decir de la Justicia, en el camino y de mala manera, “Guille” le hizo saber que se le había insinuado a la hermana de “Tolo”. Esto generó una discusión que alteró los ánimos de ambos.
Los tres caminaban por la calle Marcelo T. de Alvear (continuación Rioja) y doblaron por Bermúdez hacia Tambor de Tacuarí. “Guille” se adelantó y dobló por calle Ceballos hacia una vivienda. Con un llamado telefónico despertó a “Brasilero” -imputado y luego sobreseído en la causa-, y le dijo “me están robando”. Medio dormido, éste se levantó, se colocó un short y en ese momento ingresó a la casa “Guille” repitiéndole que lo habían robado. Tomó un cuchillo y salió corriendo hacia afuera a lo que “Brasilero” también tomó un cuchillo y salió detrás. Cuando este último dobló por Alvear vio que “Guille” forcejeaba con un joven en la esquina y después corría por Corrientes. Esa persona con la que había forcejeado era el amigo de “Tolo”, quien intentó detener a Barboza.
“Pará, tranquilizate” le dijo, y en el roce este último sufrió dos raspones en el brazo con el filo del cuchillo. “A vos no te voy a matar”, exclamó Barboza y siguió persiguiendo a “Tolo” Acosta. Para su desgracia, este pisó mal el cordón y cayó al suelo, momento que “Guille” aprovechó para darle un primer puntazo en la espalda. “Pará, yo no te hice nada, no tengo nada que ver”, alcanzó a decir la víctima pero el agresor continuó apuñalándolo repetidas veces para luego escapar. Parte de la secuencia había sido vista por “Brasilero”, quien se había quedado en la esquina. Al ver que no era un robo, volvió a su casa. Unos veinte minutos después entró “Guille” y le dijo “raspé a un vago” y enterró el cuchillo al lado de un portón de madera.
Puñaladas a granel
“Rescatate, tranquilizate” había alcanzado a gritarle el amigo del “Tolo” Acosta a Barboza, antes de que le diera la última estocada. Cuando éste se acercó, Acosta ya estaba moribundo pero le pidió ayuda. “Esteban, Esteban”, alcanzó a decirle, pero después ya no le salió más la voz. Desesperado el joven empezó a gritar a los automovilistas que pasaban. Nadie se detuvo, hasta que un remisero lo hizo y llamó a la Policía. Esteban le tomó la mano a su amigo y sintió como se le iba el pulso.
Guillermo Barboza fue detenido al igual que “Brasilero”, quien quedó comprometido en razón de que testigos lo vieron en la escena del crimen. Finalmente se comprobó que no tuvo participación alguna en el hecho y ordenaron su liberación inmediata.
En la autopsia que se le practicó a Alejandro Acosta, los forenses determinaron que había fallecido a causa de la pérdida de sangre (shock hipovolémico). Tenía 17 puñaladas en el cuello, tórax, abdomen, zona lumbar, antebrazo, brazo, muslo, glúteo y una perforación en el corazón.
Los jueces Augusto Gregorio Busse, Eduardo D’Orsaneo y Ángel Dejesús Cardozo homologaron el acuerdo días atrás. Guillermo Barboza está preso desde el 2016, por lo cual, en dos años más, al cumplirse las dos terceras partes de la condena podrá pedir acceder al beneficio de la libertad condicional.