Cerca de las 19, con el tránsito de la calle Junín interrumpido, lentamente comenzó la caminata de silencio, con las pancartas, carteles y fotografías de la chiquita, hasta la iglesia catedral donde se realizó una misa al cumplirse un mes del fallecimiento.
Luana fue la cuarta persona fallecida en el país por la bacteria streptococcus pyogenes, y por la cual no fue medicada.
En contacto con la prensa, Jéssica, la joven madre pidió referirse al abrazo simbólico realizado la semana pasada en el hospital público de pediatría.
“Fue incomprensible lo que hicieron los pediatras del Hospital Barreiro con el abrazo simbólico, porque acá no se ataca al cuerpo médico de la provincia. Sin embargo, una semana después del fallecimiento de mi nena, llevé a mi hijito de cuatro años con el mismo cuadro de Luana al hospital, ustedes se imaginarán mi angustia y pese a que les dije que yo era la mamá de Luana, no les quisieron hacer estudios. Uno confía y no exige. Por confiar me pasó esto. Tres médicos vieron a Luana y no la medicaron debidamente”, relató angustiada.
“Los padres estamos alarmados y también exigimos comprensión antes los hechos, entonces ¿porqué no te pueden pedir la realización de un estudio, por ejemplo?”, cuestionó.
Jessica contó que su hijo, de 4 años, fue medicado inmediatamente con penicilina, pero le negaron el hisopado, algo que después solicitó hacer de forma privada en un centro de estudios privados, los resultados dieron negativo y ya se encuentra recuperado.
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En cuanto a la movilización realizada este lunes, tanto Jéssica como Martín, papá de la pequeña, se mostraron agradecidos por el acompañamiento “hay mucha gente que no nos conoce y están acá para acompañar“, destacó.
“A Luana la recuerdo todos los días de una manera hermosa, era una nena llena de vida y la lloro mucho, el correr de los días son muy pesados sin ella, espero que esto no le vuelva pasar a nadie, porque fue muy feo todo lo que nos pasó”, dijo antes de quebrarse.
Admisión de la querella
La muerte de Luana está siendo investigada, la semana pasada se presentó una solicitud para que los padres sean aceptados como querellantes, a lo cual ya se dio lugar. Jessica Kruka aseguró que “confía en la justicia”.