La suba será mayor en lo productos tradicionales, de alrededor del 8,5 por ciento, en tanto que los Premium escalarán 7.5, debido a la migración de automovilistas hacia los derivados más económicos.
La decisión contrasta con las palabras del Secretario de Energía, Javier Iguacel, quien aseguró que los precios de los combustibles se encuentran en un punto de equilibrio a excepción de Ciudad de Buenos Aires, que están retrasados en un 10 por ciento.
Para el funcionario, “en términos reales, los combustibles argentinos están hoy más baratos que en toda su historia -o por lo menos de los últimos 20 años-, y mucho más que en la región, pero hay un margen para discutir competitividad“.
En otro orden, manifestó su sorpresa por la continuación del aumento en la venta de combustibles y destacó también “la decisión de los consumidores bastante razonable -incluso técnicamente-, de pasar de la nafta premium a la súper, bastante más barata y muy buena, incluso mejor que la normal en los Estados Unidos“.
Fuente: surtidores.com