El secretario general César Fariña, advirtió que se trata por un lado de “un reconocimiento explícito de la dramática situación económica de los trabajadores” y a la vez “una limosna que no soluciona la necesidad de salarios dignos y el cese de la precarización laboral”.
“La Navidad hasta dónde sabemos es el 25 de diciembre, y aquí el gobierno está otorgando un bono navideño en septiembre. Es evidente que lo hacen porque resulta insostenible la crisis de la clase trabajadora, ya que el ajuste, los tarifazos y la inflación licuaron por completo el salario, en una provincia que de por sí tiene salarios paupérrimos y un índice muy elevado de precarización dentro del Estado”, indicó el gremialista.
Fariña observó que “los trabajadores aceptamos los paliativos porque la situación es muy grave, y con compañeros y compañeras en la pobreza, nadie podría rechazar ninguna ayuda, pero reconocemos en este anticipo de bono, apenas una limosna tendiente a paliar mínimamente necesidades mucho mayores y un trasfondo que se resuelve rediscutiendo salarios en base a las proyecciones inflacionarias reales, a la inflación real y no con paliativos”.