Mientras aumenta el número de familias intrusas en Villa Stemberg, los propietarios de las tierras tomadas en inmediaciones del barrio 180 Viviendas del IPRODHA y de la Escuela 927 aguardan que la justicia y el estado municipal intervengan en el conflicto.
“Ya hicimos la denuncia en la Comisaría, también en Fiscalía. Presentamos los papeles y título de propiedad. Tanto los ocupantes como la Municipalidad y la Justicia están al tanto de que son tierras privadas”, aseguraron a este Diario los dueños de los predios afectados, quienes tienen la expectativa de una supuesta reunión que se celebraría hoy en la Fiscalía local.
Es que ya son más de cien familias las que ocuparon las parcelas en cuestión. El pasado sábado 8 de septiembre se produjo la primera toma y, con el transcurrir de la semana, se fue incrementando el número de intrusos.
“Ese mismo fin de semana, el domingo, me fui con mi familia. Me dijeron que tenía que hablar con el que comandaba todo, hablé con Hugo Silva y me exigieron que les demuestre que son mis tierras. Les presenté el título de propiedad, pero apenas me fui, tomaron más terrenos”, lamentó uno de los propietarios. “Estamos muy preocupados, intentamos cercar la propiedad, pero amenazaron al personal”.
Los propietarios se mostraron molestos por la inacción del Estado y el aval de una de las fuerza políticas partidarias de la provincia: “Fue un diputado a llevarles mercadería, pero nadie se acercó a hablar con nosotros. La Municipalidad está bien al tanto, pero tampoco fue a hablar y explicarles cuál es la situación. Queremos respuestas, el Estado debería ocuparse, al menos interceder”, reclamaron.
“Permitir que esto ocurra es avalar un delito. Entendemos que hay familias que necesitan, pero también es real que hay personas que ya están negociando las tierras. Por eso, la Municipalidad tendría que estar verificando, es el Estado el que debería solucionar el problema, si no, se estaría sentando un precedente”, subrayaron.
Por su parte, los pobladores del barrio insisten también en su preocupación: “No tenemos nada en contra de las familias, pero es irregular que se apropien de la escuela, que ya tiene instalaciones precarias. Utilizan los baños, circulan por el lugar que pertenece a los niños… La directora (Mirta Abreu) nos pidió tranquilidad, pero ¿cómo podemos estar tranquilos, si nadie se hace cargo de la situación?”, expresó una vecina.