Ayer en el cierre del juicio por la Tragedia en la ex213, la magistrada Marcela Alejandra Leiva le dio la posibilidad a Slámovits de expresarse antes que pasara a definir la sentencia.
“Estoy muy dolido por lo que pasó, nunca pedí disculpas porque desde que se destruyeron esas dos familias y la mía también, mi vida también se destruyó. Dejé de caminar desde ese momento, si bien nunca me acerqué a los familiares no es porque no quise, ni porque no lo sentía, sino porque mi propio estado no me lo dejaba. Le dije a mi familia que por todo lo que pasó hubiera preferido irme yo también que quedarme así”, lamentó.
“Me molestó mucho que me hayan despedido de Migraciones. Tuve muchos problemas con la obra social para mi tratamiento, y también, si no me hubiesen echado, habría podido ayudar a esas familias con mi sueldo. Nunca me dieron explicaciones”.
“Creo que no soy un mal tipo, pero jamás pensé que me podía llegar a pasar eso, menos que haya perdido todo lo que perdí y destruir esas familias y la mía. Busqué los medios para poder ofrecerles algo, pero lo dictaron como improcedente”, finalizó.