
Si bien todo se definirá a 2.700 kilómetros de la tierra colorada, Misiones tiene mucho que ver en la causa. La investigación por el crimen del exaduanero posadeño Eriberto De La Cruz Villalba (59) fue elevada a juicio oral y público en las últimas horas con otros dos misioneros en el banquillo, quienes enfrentan penas de entre 8 y 25 años.
Se trata de Roberto Antonio Ramírez (41) y Ariel Alberto Quiñones (31), quienes llegarán al debate acusados por el delito de “homicidio simple”, sindicados como coautores del asesinato que conmovió a Comodoro Rivadavia hacia fines del año pasado y tuvo su correlato en Misiones.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, la elevación se concretó el último martes por la tarde, una vez que el juez penal Mariano Nicosia resolvió dar por concluida la instrucción y llamar a la denominada “audiencia preliminar”, paso inmediatamente previo al juicio en el sistema penal chubutense.
En dicha audiencia, además de la presentación de pruebas, la defensa de Quiñones solicitó el sobreseimiento del imputado “en cuanto a que no tuvo ningún tipo de participación en el hecho”.
Ante aquella petición, la fiscal Cecilia Codina sostuvo la acusación sobre Quiñones e incluso apuntó a “una actuación conjunta de ambos imputados en la causa, con un plan criminal y un reparto de roles, que permite situar a ambos imputados en el lugar del hecho”. Finalmente, Nicosia desestimó la presentación de la defensa y autorizó la realización del juicio oral y público sobre los dos sospechosos.
Las cámaras fueron clave
De La Cruz Villalba era un exaduanero que cumplió funciones en el puente que une Posadas con Encarnación hasta finales de 2003, cuando se vio envuelto en una serie de episodios ligados al “mundillo delictivo”. El más conocido de esos hechos tuvo lugar en Posadas, en enero de 2014, tras una persecución que terminó en su detención y el secuestro de la camioneta 4×4 robada con la que intentó huir.

Desde entonces, poco y nada volvió a saberse del hombre. Hasta alrededor de las 10 del martes 12 de diciembre de 2017 y a casi 3 mil kilómetros de Misiones, en Comodoro Rivadavia, donde De La Cruz Villalba se había radicado y trabajaba como contratista para una empresa constructora.
Ese día, las cámaras de seguridad de la cuadra en la que alquilaba, sobre calle Los Perales, casi Huergo, en el oeste de Comodoro, captaron a dos hombres que estacionaban un Toyota Corolla en el lugar. En las imágenes también se observa cuando ese dúo intercepta a la víctima, le coloca una franela en la boca y un cable en el cuello para obligarlo a subir a su propio utilitario, un Renault Kangoo.
La secuencia continúa, nuevamente, gracias a otra cámara de seguridad, que captó el momento en el que la Kangoo circula por la ruta nacional 3 hacia el sur de Comodoro e ingresa en una calle de tierra que desemboca en el descampado donde el miércoles 20 de diciembre fue encontrado el cadáver, incinerado y con un cable en el cuello.
Los registros fílmicos confirman que los homicidas estuvieron unos 5 minutos en el descampado y se retiraron por un camino vecinal de ripio. Unas dos horas después, regresaron al domicilio de Villalba a bordo de la Kangoo. Uno condujo el utilitario y, el otro, el Corolla. Los dos vehículos desaparecieron.
En el barrio Prosol I
Las filmaciones fueron determinantes para dar con los ahora detenidos. El primero en caer fue Ramírez, alrededor de las 6.30 del sábado 30 de diciembre de 2017 en el barrio Standard Norte de Comodoro. En el allanamiento, además de las prendas que el acusado vestía al momento del crimen, los policías encontraron el Corolla.
La aprehensión de Quiñones fue mucho más difícil. Fue posible gracias al entrecruzamiento de datos con la Dirección de Investigaciones de la Policía de Misiones. Sucede que el sospechoso estaba en el barrio Prosol I de Itaembé Miní, al sur de Posadas, donde finalmente fue apresado en la noche del viernes 30 de marzo pasado, al mando de una moto prestada por su padre.
Los detectives consideran que el crimen fue un “ajuste de cuentas” vinculado a un negocio con automóviles, aunque aquello es apenas una hipótesis que se ventilará una vez que comience el juicio.