Tuvieron que pasar 363 días desde el sorteo de interesados para habitar el Desarrollo Urbanístico ubicado en Itaembé Guazú, para que el programa nacional PROCREAR llegue finalmente a definir qué banco privado se hará cargo de la financiación crediticia a los 230 sorteados el 31 de agosto de 2017. La Secretaría de la Vivienda nacional entregó la operatoria al banco Santander Río “que ofreció las mejores condiciones de financiación”, según un comunicado oficial que les llegó por mail a los entonces sorteados y luego a los medios de comunicación.
Sin embargo, quienes se inscribieron y participaron de la operatoria un año atrás, tuvieron que pasar casi 12 meses esperando una definición por demás demorada y muchos quedaron sin chances de calificar para tomar un crédito con una entidad financiera por diferentes razones: sus ingresos se incrementaron menos que la inflación acumulada hasta ahora, perdieron el trabajo por el que declararon los ingresos, les redujeron las jornadas laborales y los haberes respectivos, adquirieron otra unidad o directamente renunciaron.
Además, con los que queden, se verá el impacto negativo que tuvieron los UVA sobre las cuotas mensuales, plazos y los saldos a pagar (por efecto de la inflación y la corrida del dólar aun hoy sin control, medidas que inciden directamente en los montos a pagar) para saber cuántos interesados se “espantaron” de ser parte del programa oficial.
Del plan original de 717 viviendas elaborado en 2013, se terminaron y sortearon 230 unidades (158 unifamiliares y 72 de 3 dormitorios en dos plantas, tipo dúplex). Se encuentran en los sectores 2, 7 y 8 al fondo del nuevo barrio posadeño, levantado inicialmente por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional, al que se sumó el PROCREAR. Las casas fueron financiadas por un fondo de fideicomiso constituido años atrás y los plazos de pago van desde los 20 a los 30 años.
El Santander Río deberá fijar y comunicar el valor de las unidades, las tasas de interés que ofrecerá y la duración de los créditos. Sin embargo hasta ayer no apareció en su página web oficial ninguna información sobre la operatoria, con el fin de calcular los datos.
Desde PROCREAR aseguraron que la entidad bancaria se contactará con cada uno de los 230 sorteados para convocarlos a la sede del banco y determinar si tienen capacidad crediticia para llegar al techo propio. Un procedimiento que puede demorar, al menos, un semestre más de trámites si el postulante califica al crédito.
En detalle, cabe recordar que las viviendas a adjudicar son 6 unifamiliares de 2 dormitorios para discapacitados, que tienen 69 metros cuadrados cubiertos, 15 semi cubiertos y 175 descubiertos; 113 unifamiliares de 2 dormitorios con 68 metros cuadrados cubiertos, 15 semi cubiertos y 119 metros cuadrados descubiertos; 39 unifamiliares de 2 dormitorios con 68 metros cuadrados cubiertos, 8 semi cubiertos, y 250 descubiertos; y 71 dúplex de 3 dormitorios con 101 metros cuadrados cubiertos, 19 semi cubiertos y 141 descubiertos. Al menos esos fueron los datos informados hace un año atrás cuando se inscribieron los postulantes al sorteo.