El pack del FC Villefranche (FCV) está de parabienes con la contribución del misionero Juan Facundo Núñez, un joven argentino de 30 años, versátil que hace maravillas en el campo y ayuda a la unanimidad fuera de la cancha.
“En un campo no podemos perderlo con su cabello agrupado en un estilo de moño estilo ‘shogun’ que lo hace reconocible a primera vista. Es un poco nuestro playboy, pero es sobre todo un jugador sagrado”, señaló Stéphane Mellies, entrenador del FCV, quien muestra admiración cuando menciona a Núñez, este segunda -o a veces tercera- línea oriundo de Argentina, que llegó a Lauragais en el verano de 2016 desde España.
Rápidamente, el nativo de la provincia de Misiones, donde vierten las famosas Cataratas del Iguazú, se convirtió en un fuerte vínculo dentro del FC Villefranche, donde se aprecian su capacidad atlética y sus habilidades técnicas. “Es bastante completo, muy cómodo en el juego aéreo y certero en el juego de contacto”, dice el entrenador de City Franchois.
“Estoy feliz de estar aquí”
Por sobre todo, Juan Facundo Núñez se ha convertido rápidamente en parte importante de su nuevo entorno. “Estoy tan feliz de estar aquí, en este club que es como una familia”, dice el versátil argentino en excelente francés.
“Sin embargo, cuando llegué, sólo pude decir hola y gracias”, confiesa y se sonríe, sabiendo todo lo que necesita para el rugby: “Vengo de un entorno modesto. Comencé el rugby a los 14 años en mi provincia natal, antes de continuar mi carrera en Buenos Aires bajo los colores de Banco Nación, y luego jugar para Gimnasia y Esgrima y para la Selección de Rosario”.
Luego, el misionero tuvo la oportunidad de jugar en Europa, donde se unió primero a La Coruña en D2, para pasar después a Santander en D1, ambos en España.
Después de pasar tres años allí, le llegó una propuesta para jugar en Francia en el verano de 2016.
“El club de Saint-Jean-de-Luz me había contactado, y luego no sucedió. Así que me encontré en Villefranche”.
Qué importa si el club juega en Federal 2, el cuarto nivel nacional francés, de todos modos Juan Facundo Núñez está contento con su destino.
“El rugby es una oportunidad increíble que me permitió viajar, conocer gente. Descubrí Francia, una cultura diferente y me gusta mucho estar aquí”, comentó este admirador de Patricio Albacete, su compatriota, que jugó durante el apogeo del glorioso Stade Toulousain hace unos años.
“Hay diferencia”
Al hablar sobre su participación en los partidos del Federal 2, el jugador de 1,96 metro comentó: “Claramente, el juego acá en Francia es más físico que en España”.
Como todos los argentinos, Núñez sabe lo que significa el compromiso. Sin embargo, se sorprendió en su debut por el límite que a veces puede haber entre la confrontación y la pelea de cada partido.
Stéphane Mellies, quien aprecia enormemente a su jugador, afirmó: “Él es un líder natural. Es bien considerado por todos, siempre tiene el mismo estado de ánimo, es alguien de mucha calidez. Tiene todo para registrarse duraderamente en la vida del FCV”.
“Me gustaría quedarme”
Está radicado en Villefranche de Lauragais, un pueblo de cuatro mil habitantes que se ubica a unos 30 kilómetros de Toulouse, una región donde hay muchísimo rugby, donde la población es “fanática” de la disciplina y “casi todo el mundo la juega”. Aseguró que lleva una vida “bastante normal, como la de todo el mundo” y que su jornada comienza con el trabajo en una empresa de demolición y se completa con tardes de gimnasio y entrenamiento. La última vez que pisó suelo argentino fue en junio de 2015 cuando viajó a visitar a su mamá a Río Gallegos, y se hizo tiempo para permanecer durante un mes en Posadas. Pero “se empieza a extrañar un poco así que veo si el año que viene me pego una vuelta”, contó. Hace cuatro años que se fue de Argentina y por el momento su idea es quedarse en Europa. “No sé si será Francia, España o qué otro país, pero me gustaría quedarme. Mientras tanto, mis planes a corto y mediano plazo están acá en Francia pero nunca se sabe lo que irá a pasar”, confió.
Los fines de semana que no tiene partidos que disputar, intenta viajar a algún sitio. En compañía de un amigo estuvo en Bélgica, Alemania, Italia, España, Portugal, Países Bajos. “Vamos a ver por dónde seguimos. Por suerte acá todo queda cerca y no es caro moverse en avión. Entonces cuando tenés un tiempito haces un viaje para despejar un poco”, admitió el deportista. Mientras esperaba un vuelo a España en el aeropuerto de Toulouse- Blagnac -viajó a Madrid a la boda de un amigo argentino- comentó que no le costó mucho habituarse a la vida en Francia. “Me amoldo enseguida. Me acoplo al estilo. Mientras aprendo la cultura, el idioma -que cuesta-, van pasando los días y cuando te das cuenta estás metido adentro. Y si voy a algún lado es porque tengo ganas”, aclaró Facundo.
“Gracias a Dios”, donde reside se consigue yerba y “le doy al mate todos los días, sobre todo a la mañana, antes de ir a trabajar. De vez en cuando hacemos una parrillita pero acá es complicado porque no tienen los mismos cortes para asado que se venden allá pero se charla un poco con el carnicero y te consigue. Las pequeñas costumbres las traemos. También se consigue dulce de leche, así que estamos tranquilos”, agregó a modo de broma.
Antes de vivir en Francia, Núñez estuvo afincado durante dos años en La Coruña, España, donde también su adaptación fue rápida. “Enseguida hacés amigos. Supongo que el deporte, la cultura de este deporte, facilita el hecho de conectar con la gente y entenderte, hacer amistades”, manifestó.