Para festejar el Día del Niño, los voluntarios de Rotaract Club Posadas se propusieron ir más allá de los juguetes y los globos habituales. Por ello, este año, quisieron dejar en el barrio Los Oleritos un regalo diferente: concretar el sueño de un merendero cómodo y seguro.
El lugar físico ya lo tenían, una pequeña parcela en el terreno de María Ester López, una vecina quien desde hace más de seis años sirve la merienda y ocasionalmente el almuerzo a los niños del barrio.
Pese a que el volumen de mercaderías donadas, todavía no le permiten brindar una comida con regularidad, nunca ha dejado de servir sobre la mesa de “Las Perlitas” (así se llama el merendero), un vaso con leche y pan.
Sin embargo, los días de lluvia, frío o calor intenso la mujer no se sacaba las caritas de los chicos de la mente, pensando que no podían ir a comer por no tener dónde resguardarse.
María comenzó así, por su cuenta, a poner un piso y levantar paredes, pero todo quedó a medio hacer. Eso hasta que conoció a los voluntarios del club mencionado y comenzó la “misión”.
“Para llevar adelante el trabajo de los voluntarios, primero se hizo un estudio e inspección para reconocer necesidades y verificar aspectos concretos del servicio genuino que se proporciona en el lugar”, contó a PRIMERA EDICIÓN el presidente de Rotaract Posadas, Federico Otero sobre los comienzos.
Una vez que el trabajo estuvo claro, se planificaron las etapas (serán tres) y finalmente el fin de semana pasado, Rotaract Posadas, con el asesoramiento de los miembros de TECHO, comenzaron a levantar la obra.
Contó Otero: “La primera concluyó el fin de semana. Consistió en arreglar un piso, a medio construir lo mismo que el techo, que había quedado por la mitad ante la falta de recursos”. También hubo un minucioso trabajo de reparación de las conexiones eléctricas, dijo.
El grupo de voluntarios tiene la perspectiva de volver por el lugar el próximo 20 de septiembre, para un pequeño agasajo de inauguración, aunque aún preliminar, del lugar.
“La idea es seguir trabajando con ellos hasta dejar la construcción arreglada y completa. Eso forma parte de la segunda etapa esperamos llevar y colocar las aberturas: ventanas y puertas, que es lo más costoso”.
Por último -esperan que los primeros meses de 2019- comience la campaña para conseguir la pintura y dejar las instalaciones del merendero totalmente listas. “Recién ahí dejaríamos el merendero en óptimas condiciones para que los niños ya no tengan inconvenientes para comer allí.
La idea de María, la mujer que atiende el merendero es que los chicos estén a resguardo en las nuevas instalaciones y que no tengan que trasladarse de un lugar a otro cuando las condiciones del tiempo no acompañan”, sostuvo.
Para conocer más de esta misión, los interesados pueden contactar al titular del Rotaract vía mensaje o llamado al celular 375515543748.