Visiblemente emocionado, se trabó con algunas palabras durante la ceremonia celebrada en Islamabad. Juró “fe sincera y fidelidad a Pakistán” y obrar en “el interés de la soberanía, la integridad, la solidaridad, el bienestar y la prosperidad” del país.
El viernes, Imran Khan, de 65 años, fue designado primer ministro por la Asamblea Nacional con el apoyo de 176 diputados, cuatro más de los necesarios para obtener la investidura. Encabeza un gobierno de coalición.
Shahbaz Sharif, dirigente de la PML-N (Liga Musulmana Paquistaní), partido que acaba de perder el poder, obtuvo solamente 96 votos.
La ceremonia del sábado se llevó a cabo en el palacio presidencial ante las principales autoridades civiles y militares de Pakistán, dignatarios extranjeros y diplomáticos.
También estuvieron presentes todos los jugadores de críquet paquistaníes campeones del mundo en 1992, cuando Imran Khan era capitán, algunos jugadores indios especialmente invitados para la ocasión y varios artistas.
La nueva primera dama de Pakistán, Bushra Bibi, cubierta con un niqab blanco que sólo dejaba ver sus ojos, hizo su primera aparición pública desde su casamiento a comienzos de 2018.
El partido de Khan, Pakistan Tehreek-e-Insaf (Movimiento de Pakistán por la Justicia, PTI), ganó las elecciones legislativas del 25 de julio pero sin una mayoría de escaños para gobernar en solitario.
La victoria de Khan abre una nueva era en la política de Pakistán ya que pone fin a décadas de alternancia entre el PML-N y el Partido del Pueblo Paquistaní (PPP), centroizquierda, interrumpida cada tanto por gobiernos militares.
Fuente: Noticias Argentinas