A continuación el comunicado completo en el que Motta expone las razones de su renuncia al cargo de viceintendente de la localidad correntina de Ituzaingó.
En el momento de concertar la alianza política que terminó con el triunfo de la fórmula Burna-Motta, actué de buena fe, disponiendo diferencias personales y aspiraciones propias en pos de lo que creía- profundamente- era la mejor opción para todos los ciudadanos, que queríamos dar vuelta la página y vivir un Ituzaingó mejor. En campaña dije varias cosas, hice promesas, y es honor a una de ellos que en este momento doy un paso al costado: entro con las manos limpias y me voy con las manos aún más limpias.
No vine a la política a hacer negocios, pero tampoco a hacer silencio. Durante estos ochos meses de gestión, me vi absolutamente atado de pies y manos para responder a las necesidades básicas de los ituzaingueños que se acercaban a mí, ya sea con una inquietud, una necesidad o un entendible reclamo. No demandaban gastos millonarios ni asistencialimo, reclamaban una mínima presencia del estado municipal, y ni yo ni los sectores que dependían de mí, lograban allanar ningún reclamo, porque se nos negaban los recursos básicos, nos sometían a una desautorización permanente, y fracasaban completamente las gestiones que realizábamos, para no canalizarlas por ningún lado, simplemente, para no dejarnos hacer.
La impotencia y desazón con la que que cargué cada día que me vi impedido de resolver un problema tan sencillo que yo podría haber solucionado con una máquina, o una carga de madera, terminaron por quebrarme el espíritu. No vine a la política a dejar pasar las injusticias ni a convalidarlas. Sea cual sea el costo político que mi decisión genere tanto para mí como para mi espacio político, estoy convencido de que nos define la acción y jamás la omisión. Es por eso que esta situación es para mí moralmente insostenible. Aún desde que ejercía la actividad privada siempre encontré la forma de dar la mano, de hacer por el otro lo que creía que debía hacerse. Y hoy, estando en el lugar indicado para hacerlo institucionalmente, me encuentro con que este proyecto tiene otras prioridades, a las que claramente no les seré funcional.
Soy un hombre de palabra, mi vida fue trabajar duro cada día y el pueblo que me vio crecer puede dar cuento de ello. Mi patrimonio no tiene un solo bache, no apareció de la noche a la mañana, y así continuará siendo. Sé de esfuerzo, de perseverancia, de triunfos, y también de derrotas. No obstantes ello, no vivo este momento como una derrota, sino como la afirmación de que mis convicciones no tienen precio ni coyuntura,estoy para trabajar por el pueblo, no para cobrar un sueldo ni hacer negocios con la política. Ocupar un lugar indiferente, cómplice, neutral y servil no es para mí, no me prestaré a ello y de ninguna manera me mantendré impotente y resignado a una función vacía, inoperante, desde la que nada puedo hacer por las personas que me votaron.
Me han dicho que yo no era un hombre para la política, y lo que en realidad sucede es que algunas políticas no son para mí” finaliza Motta en el comunicado.