Calles cortadas, dobles filas, lugares de estacionamientos tapados, sendas peatonales interrumpidas son complicaciones diarias derivadas de las largas filas de automóviles que esperan a cargar combustible en las estaciones de servicio de Oberá.
Las quejas de los vecinos llevaron a la Municipalidad a convocar a los propietarios de las empresas expendedoras de combustible para abordar posibles soluciones.
“Más allá de la problemática que vivimos en estos días, el tema es ir pensando a futuro”, explicó aPRIMERA EDICIÓNel director de Inspección General y Tránsito municipal, Guillermo Correa.
“Evidentemente, las estaciones de servicio fueron construidas con una capacidad apropiada para el parque automotor del momento, pero éste fue creciendo y seguirá aún más”, advirtió.
Margen de maniobra
El funcionario contó que “lo que les pedimos (a los empresarios) es que, cuando tengan la confirmación de un aumento, nos lo comuniquen, para que podamos organizar el personal destinado a colaborar para ordenar el tránsito en el lugar.
Sin embargo, la respuesta fue que las estaciones de servicio no tienen información anticipada sobre los aumentos y que éstos se dan “de un momento para el otro”, por lo que es complicado planificar.
Lo mismo sucede con el abastecimiento: no se puede anticipar los tiempos de escasez.
Complicaciones empresarias
“Tratamos de cumplir con la mayor fluidez, pero no podemos en estos momentos tomar más personal, algo que tampoco garantiza mayor rapidez en la atención”, argumentó un playero respecto a los planteos municipales.
Por otra parte, “nos pidieron más posnet para los pagos con tarjetas, pero a veces se satura el sistema, (la solución) no pasa por la cantidad de aparatos”, remarcó la misma fuente.
“Acercamiento”
En el encuentro organizado por el área de Desarrollo Urbano de la Comuna participaron todas las empresas de la ciudad, que remarcaron que fue apenas “una primera reunión” para resolver “un tema complejo”.
De igual manera, reconocieron que se debe buscar variantes para minimizar el caos actual y, sobre todo, a futuro.
“Ellos también explicaron su realidad y, si bien no es de fácil solución, fue un primer acercamiento, con buena predisposición de las partes”, evaluó Guillermo Correa.