“Pidamos a San Cayetano que nos ayude a trabajar incesantemente por la vida, incansablemente por la paz”, sintetizó Sebastián Escalante durante su homilía, ante aproximadamente 2.000 personas que se congregaron en la explanada del templo capitalino este martes a las 17 para participar en el epicentro de las fiestas patronales.
Si bien solo unos 500 de ellos acompañaron al Santo en su recorrida por las calles del barrio, a las 16, el interior de la parroquia y sus alrededores no dejó de vivir un incesante flujo de personas que rendían honor a las otras figuras del Patrono del Trabajo existentes en el lugar y se reservaban espacio para la posterior celebración eucarística.
Allí, Escalante se refirió a las discordias, las divisiones y la violencia creciente tanto en el mundo como “en el seno de nuestras familias” y en las redes sociales, por lo que pidió “comprometernos por construir cotidianamente la paz, a través del diálogo sincero, del respeto al otro“.
También advirtió el rector del Seminario de Posadas que “en los rincones de nuestra Patria hay hermanos que siguen muriendo de hambre, sumidos en la pobreza, en la marginalidad” y que “los cristianos no podemos mirar para el costado“.
Además, “sabemos que el trabajo dignifica al hombre, pero hay muchísimos hermanos que no tienen un trabajo digno, que es el único camino que puede sacar nuestra Patria adelante“, remarcó. Por eso, oró “por trabajo digno para todos nuestros hermanos”.
No faltó la alusión al proyecto de legalización del aborto, que se tratará este miércoles en el Senado nacional, y pidió “que el Espíritu Santo ilumine a nuestros legisladores para que le digan sí a la vida”.