La Loxosceles laeta es más conocida como araña del rincón, la del violín, del cuadro, la necrosante y la come carne. Es pequeña, mide unos tres centímetros con las patas incluidas, tiene un cuerpo de color grisáceo y patas marrones.
Tal como adelantó ayer PRIMERA EDICIÓN, el adolescente de quince años sufrió la picadura el sábado y falleció el lunes en el hospital Madariaga a donde fue derivado el domingo por los fuertes dolores en la pierna. Pese a que ya habían pasado 24 horas de la picadura, se le aplicó el antídoto pero su estado era ya irreversible. El veneno lo mató en menos de tres días.
“La araña del rincón tiene un veneno necrótico hemolítico, disuelve los tejidos causando muerte celular”, detalló Stetson. No obstante a la letalidad del veneno (puede ser 15 veces más tóxico que el de una cobra), el 95% de los accidentes con esta araña no desencadenan el deceso de la víctima. En la mayoría de los casos, produce un cuadro leve que se manifiesta en una reacción cutánea que desaparece a las pocas horas.
“Lamentablemente, este caso fue el severo o el llamado cutáneo visceral pues generó complicaciones en el sistema circulatorio, penetró en el hígado y vías biliares”, indicó.
Argentina produce el antídoto contra la Loxosceles laeta y si bien fue suministrado al joven, ya habían pasado muchas horas desde el accidente porque los profesionales que lo atendieron primero, en una salita de Corpus, no identificaron a la araña causante de la picadura.
“El chico ya llegó con complicaciones al Madariaga pero de todas maneras se procedió a darle el antídoto. Algunos dicen que el tiempo máximo para aplicar el antídoto es de seis horas, otros hablan de 12”, señaló Stetson.
Según precisó, la picadura de este arácnido es poco dolorosa pero el dolor es progresivo con el pasar de las horas, cuando se va formando la lesión en torno a la picadura, comienza a inflamarse y se visualiza una zona isquémica, como un halo blanco rodeado de otro halo azul violáceo; a eso se le llama ojo de buey. Esta es la lesión característica que se visualiza en más o menos horas, dependiendo de la cantidad de veneno inoculado y el área afectada”.
“Es domiciliaria”
La Loxosceles laeta “es domiciliaria” -indicó Stetson- y es frecuente encontrarla detrás de cuadros, baúles, grietas y rincones.
“Sale de noche para alimentarse. No suele atacar, casi todos los accidentes se registran cuando es aplastada”, señaló.
El mejor método de prevención es mantener las casas limpias, incluidos depósitos y altillos donde se acumulan objetos y hay poca iluminación.