La tradicional carrera de caballos- el Royal Ascot- es el evento más chic del Reino Unido. Con 300 años de historia, la competencia se convirtió en una pasarela de tocados y sombreros. Fiel a su estilo, la realeza británica domina a la perfección el arte de vestir sus cabezas con diseños imponentes, coloridos y glamorosos, y muchas se pasan de ridículos para llamar la atención.
La Duquesa de Sussex, Meghan Markle a un mes de la boda real, asistió acompañada de su esposo, el príncipe Harry. Para su primera aparición en Ascot, fue a lo seguro en blanco y negro. Se inclinó por un vestido camisero blanco de corte midi de Givenchy.
Completó su atuendo con un sombrero de estructura asimétrica con ala de crin en blanco y negro. Una creación clásica del diseñador Philip Treacy, detalló Florencia Tellado, sombrerera argentina a www.infobae.com
El nieto de la Reina Isabel II llevó un estricto jaqué de tres piezas y galera. Mientras que La Reina Isabel llevó su sombrero fetiche, de corte clásico y en amarillo.