CIUDAD DEL VATICANO (Agencias-MediosDigitales). El papa Francisco proclamó santos a los pontífices Juan Pablo II y Juan XXIII, ante una multitud congregada en la plaza de San Pedro para asistir a una jornada histórica para la historia de la Iglesia Católica.“Declaramos y definimos a los beatos Juan XXIII y Juan Pablo II santos y los inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los Santos”, fue la fórmula pronunciada en latín por el papa, tras lo cual la muchedumbre estalló en aplausos.El papa Francisco ingresó a las 10 locales a la plaza en procesión, seguido por cardenales y obispos que entonaban la letanía de los santos.El papa emérito Benedicto XVI, quien renunció al trono de Pedro en 2013, asiste a la ceremonia junto con el papa Francisco, 150 cardenales y mil obispos.Por primera vez en la milenaria historia de la Iglesia una canonización es concelebrada por dos papas vivos.Las reliquias de los dos nuevos santos, una ampolla de sangre de Juan Pablo II y un pedazo de piel de Juan XXIII extraída durante su exhumación en el año 2000 fueron colocadas al lado del altar.La costarricense Floribeth Mora, cuya curación inexplicable permitió elevar a los altares a Juan Pablo II, llevó la reliquia del papa polaco, mientras la de Juan XXIII fue entregada por su sobrino.Benedicto XVI sigue la ceremonia en el sector izquierdo del altar, junto con los cardenales y los 1.000 obispos que concelebraron sucesivamente la misa.Una marea de banderas, sobre todo polacas, coloreaba la inmensa plaza, donde numerosos jóvenes mostraban entusiasmo pese a haber pasado una noche sin dormir.“Fueron hombres de coraje”“Juan XXIII y Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado. No se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano, porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valerosos”, ha señalado Francisco en su homilía, en la que también ha destacado que Roncalli y Wojtyla fueron sacerdotes, obispos y papas del siglo XX. “Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte”.Francisco ha subrayado que “son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia” y ha hecho hincapié en el papel que tanto san Juan XXIII como san Juan Pablo II jugaron “a la hora de restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria, la fisionomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos”.De Juan XXIII el Papa actual ha elogiado su decisión de convocar el Concilio de vaticano II y su “docilidad” al dejarse guiar por el Espíritu Santo. A Juan Pablo II le ha definido como “el Papa de la familia”, un apelativo con el que el propio Wojtyla dijo que le gustaría ser recordado. “Que estos dos nuevos santos pastores del Pueblo de Dios intercedan por la Iglesia, para que (…) sea dócil al Espíritu Santo en el servicio pastoral a la familia. Que ambos nos enseñen a no escandalizarnos de las llagas de Cristo, a adentrarnos en el misterio de la misericordia divina que siempre espera, siempre perdona, porque siempre ama”, ha concluido Francisco.
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