
La sesión de Yoga finaliza y nos incorporamos llenos de paz y bienestar, respirando la calma del ahora. Sentados en la mat buscamos la lectura habitual y en la página señalada, refiriéndose a la necesidad de sanar al mundo y redondeando su receta de la felicidad, el Dr. Deepak Chopra nos decía: “…las personas felices no elegirían desarrollar armas químicas, organizar movimientos terroristas, torturar o desatar guerras. Si por lo menos un pequeño grupo de personas encontrara su ser verdadero y así alcanzara la felicidad que no puede arrebatarse, vivirían en un nivel profundo de la conciencia, desde el cual la influencia emitida hacia su entorno sería también profunda”.
Ahora continuamos leyendo:
“Estas personas aportarían a la conciencia del mundo un elemento que podríamos llamar coherencia. (En una era religiosa lo llamaríamos santidad, pureza o la paz que sobrepasa todo entendimiento). Tal es el estado fundamental de todos porque la coherencia es innata; ninguna célula de tu cuerpo podría mantenerse viva por tres segundos si la vida no fuera sistemática, organizada, equilibrada y si no estuviera interconectada. En el nivel de la conciencia, ser coherente contigo significa:
. Estar en paz.
. Ser pacífico.
. Estar despierto y alerta.
. Ser valiente.
. No tener conflictos ni falsas ilusiones.
. Ser resistente.
. Ser independiente y no estar sujeto a influencias externas”.
Levantamos la mirada unos instantes para reflexionar sobre los sabios consejos del Doctor y seguimos leyendo; “estas características no deberían ser la excepción, pero lo son cuando las personas son infelices, y su incoherencia se propaga a su alrededor”.
Y añade: “La incoherencia individual produce un estado de caos, confusión y conflicto. A partir de ese estado, que todos hemos conocido, los problemas del mundo surgen tan indefectiblemente como el día sigue a la noche”.
Muy interesados en el tema queremos seguir leyendo, pero aquí ponemos el señalador porque debemos retirarnos. Namasté.





