La prevención y la asistencia a mujeres gestantes y puérperas con consumo problemático de sustancias es el eje del proyecto de ley “Mamá Libre de Adicciones”, una iniciativa que ya se está trabajando en el Hospital Materno Neonatal de Posadas y que busca ser replicada en toda la provincia. En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, la doctora Rosana Llamazares, médica psiquiatra, remarcó el crecimiento “exponencial” del consumo en la franja de mujeres de menos de 40 años, donde el inicio de contacto con las drogas es cada vez más temprano.
La médica afirmó que el programa “Mamá Libre de Adicciones” tiene como principal objetivo prevenir el consumo de sustancias en la etapa pregestacional, durante el embarazo y en el puerperio, además de ofrecer tratamientos efectivos y fortalecer la comunicación con las pacientes. Contó que hace un año y medio trabaja en el hospital y que a ella y a otros profesionales los convocaron para participar en la elaboración del proyecto de ley, una iniciativa impulsada por el diputado Pereyra Pigerl.
La profesional sostuvo que el proyecto apunta a informar a las madres sobre los daños que provoca cualquier tipo de consumo, tanto para ellas como para sus bebés, y a transmitir que existen tratamientos disponibles. Señaló que muchas mujeres desconocen los riesgos y también ignoran que pueden acceder a terapias específicas, por lo que consideró fundamental “trabajar la comunicación y la transmisión de lo que ya está estudiado e investigado”.
Llamazares indicó que en el hospital vienen ofreciendo tratamientos y acompañamiento, siempre respetando la decisión de las pacientes mientras estén lúcidas y con conciencia de su situación. Remarcó que el personal de salud busca estar disponible para brindar información y acompañar el momento en que la mujer pueda decidir iniciar una atención que “cambie tanto su vida como la de sus bebés”.
Consultada por las cifras nacionales que mencionan que el 46,3% de las muestras maternas analizadas contiene sustancias, la médica señaló que las estadísticas muestran un crecimiento exponencial en el consumo. Aseguró que cada vez más mujeres gestantes se animan a contar que consumen y que muchas llegan al hospital “con años de consumo, a veces iniciados entre los 11 y 14 años”.
También explicó que la mayoría de las mujeres en seguimiento tienen menos de 40 años y que el hospital trabaja con un enfoque interdisciplinario, que involucra a salud mental, servicio social, neonatología y obstetricia, además de la labor clave del personal administrativo en la contención inicial.
Llamazares advirtió que el consumo “está en aumento, lamentablemente”, pero valoró la iniciativa legislativa porque permitirá reforzar tanto la prevención como la asistencia. Destacó que no todos los tratamientos apuntan a la abstinencia total, ya que la evidencia demuestra la eficacia de las estrategias de reducción de daños, especialmente para quienes aún no están listas para abandonar completamente el consumo.
La psiquiatra subrayó que es esencial trabajar con lo que cada mamá pueda hacer, sin generar temor ni estigmatización. Dijo que muchas no conocen los daños de sustancias lícitas e ilícitas, como el alcohol y el cigarrillo, naturalizados socialmente pese a que “afectan tanto al bebé como a la madre”.
Sobre los tratamientos, afirmó que iniciarlos lo antes posible disminuye las consecuencias para la mamá y el bebé, y que uno de los ejes del proyecto es justamente concientizar y difundir lo que ya se sabe sobre el tema. Expresó que “el consumo nos ganó un poco de terreno”, pero insistió en que nunca es tarde para intervenir y hacerlo en articulación con otros organismos.
En ese sentido, destacó el vínculo con el Centro de Prevención de Adicciones, al que derivan a las pacientes en puerperio avanzado o a los CAPS más cercanos para facilitar la continuidad del tratamiento.
Respecto del proceso legislativo, explicó que el diputado Pereyra Pigerl puede brindar más detalles, pero mencionó que los profesionales aportaron la parte técnica, ajustaron objetivos y orientaron la iniciativa según su formación y experiencia. De todos modos, sostuvo que “aún falta afianzar la propuesta y generar nuevos espacios comunitarios”, fundamentales porque las personas con consumos problemáticos tienden a aislarse.
Añadió que hoy se habla de hipervulnerabilidades, ya que las mujeres llegan con problemáticas complejas, vinculadas también a cuestiones económicas y a situaciones de violencia de género. Dijo que el abordaje debe ser interdisciplinario y que el proyecto prevé la participación de múltiples organismos para una atención integral.
Finalmente, recordó que en el hospital ya se realizan tratamientos y acompañamientos, pero que todavía queda trabajo por hacer para poner en acción todos los ítems previstos. Valoró que se trate de un “muy buen comienzo y una muy buena iniciativa”.




