El juicio oral por la violación y el intento de matarla que sufrió una joven de 21 años en diciembre de 2021 en un departamento de Posadas, comenzó ayer con el relato de la víctima y ratificación de lo que declaró cuando el juez Miguel Mattos (Instrucción 7) inició el expediente.
Minutos antes que los jueces Gustavo Arnaldo Bernie, César Antonio Yaya y Ricardo Walter Balor la oyeran, se leyó el requerimiento de elevación a juicio de la fiscal de Instrucción 7, Patricia Inés Clérici, con los detalles de la acusación por “abuso sexual con acceso carnal y tentativa de femicidio”, artículos 119, tercer párrafo, 79 y 80, inciso 11, del Código Penal Argentino.
La víctima, hoy de 25 años y licenciada en Criminalística, volvió a ser precisa aunque remarcó: “No recuerdo mucho, fui olvidando con el tiempo”. De todas maneras, y luego de reconocer su firma en las fojas del expediente que contienen su primer testimonio, relató que durante el ataque en su departamento monoambiente de la avenida Lavalle casi Centenario, el acusado Pedro Alejandro Núñez (30) la asfixió apretándole el cuello con las dos manos y hasta apoyándole un antebrazo en el cuello.
Agregó que se despertó con la irrupción y asistencia de los efectivos de la comisaría Segunda que llegaron hasta el lugar alertados por los vecinos. Los efectivos de la Unidad Regional I hallaron sobre ella al hoy encartado en debate, lo redujeron y le quitaron a la joven la cinta de embalaje que le rodeaba la cabeza y tapaba las vías respiratorias, además de quitarle un bollo de papel de la boca.

“Aunque esto me marcó la vida para siempre, solo quiero que todo se cierre con este juicio”, resaltó e instó la víctima a los jueces en el recinto de debates de La Rioja 1561, donde ella dio su versión sin el acusado presente en el mismo lugar y con sus padres acompañándola en la misma sala.
La primera audiencia de debate, de seis agendadas hasta el lunes 10 de noviembre, arrancó con la lectura de la elevación a juicio de Clérici, magistrada que también interviene en el juicio como fiscal subrogante ya que el anterior fiscal del TP-1, Martín Alejandro Rau, la semana pasada juró y asumió como juez del Tribunal Penal 2 de Posadas.
De los testimonios y evidencias de laboratorio forense se resumió que durante la madrugada del domingo 5 de diciembre 2021 la estudiante de Licenciatura en Criminalística fue abusada, golpeada, atada y por pocos segundos no perdió la vida.
A las 5.10, efectivos de la seccional Segunda recibieron un llamado para que de forma inmediata se dirigieran al edificio por un supuesto caso de violencia de género en proceso.
Al llegar ya se encontraban cuatro efectivos de la seccional Decimosexta. El edificio estaba cerrado pero se presentó un joven que facilitó el ingreso desde el interior, indicándoles que en uno de los departamentos vecinos ocurría el episodio.
Los efectivos de ambas seccionales subieron mientras vecinos de otros departamentos les señalaban el lugar donde momentos antes se escucharon gritos y golpes. Tocaron a la puerta varias veces sin que nadie los atendiera. Probaron el picaporte, la puerta no estaba cerrada con llave.
Ingresaron y se encontraron con el agresor semidesnudo encima de la víctima inmovilizada, indefensa y amordazada con una cinta en la cabeza que le tapaba la boca y fosas nasales, además de un bollo de papel en la garganta impidiéndole respirar, además de presentar golpes en la cara.
El rostro denotaba signos de asfixia y tras chequear sus signos vitales éstos ya estaban muy débiles. Procedieron a realizarle maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), hecho que permitió que pudiera recobrar las funciones vitales.
La joven pudo balbucear su identidad y manifestó que había sido abusada. Rápidamente llamaron a una ambulancia que trasladó a la víctima al centro asistencial. Posteriormente fue asistida por personal del equipo psicológico de la Comisaría de la Mujer UR-I, para contenerla y tomarle las primeras declaraciones.
El sospechoso fue alojado en una celda imputado por “homicidio (femicidio) en grado de tentativa y abuso sexual con acceso carnal en concurso real”. Al respecto se llevaron adelante las pericias médicas de rigor.
Durante la instrucción de la causa, en manos del juez de Instrucción 7, Miguel Mattos, la defensa del encartado buscó beneficiarlo con la coartada de que la víctima lo habría dejado ingresar voluntariamente, es decir, que mantenían una relación de conocimiento previo. De los análisis al teléfono y a sus cuentas de correo electrónico y redes sociales, se descartó cualquier contacto previo con el hoy acusado.









