
La fase nacional de la Feria de Ciencias, Arte y Tecnología 2025 continúa en esta ciudad con la muestra de proyectos del eje matemática, que convirtió a la capital en un punto de encuentro para que estudiantes de todo el país compartan con la comunidad propuestas de trabajo donde la matemática traspasa los números y la calculadora para transformarse en fuente de creatividad, experimentos y soluciones prácticas.
En esta fase, más de 80 proyectos sorprenden con temáticas que van desde la aplicación creativa de la geometría y el dibujo técnico, la relación de los números con la música y los colores, hasta preocupaciones sociales como el acceso a la tecnología y el cuidado del medioambiente.
Geometría de lo cotidiano
Gisella y Mariana, docentes de nivel inicial en Jujuy, acercan su propuesta “Geometría que vuela”, que propone aprender las figuras geométricas vinculadas a los colores en inglés, el vuelo de los barriletes y el arte con sellos y pinturas de Kandinsky.
Lo interesante del trabajo es su integración de contenidos y etapas: más de 7 áreas estuvieron involucradas e incluso la evaluación de lo aprendido se realizó a partir de una innovadora metodología: la “torre de figuras” construida por sus estudiantes.
Desde Goya, Corrientes, Máximo y Santino, que cursan el 6° grado en la Escuela 254, contaron que gracias a su trabajo “Zoometría” aprendieron sobre simetría axial y central, aplicadas al desarrollo de habilidades de predicción y orientación en el espacio. Además, indagaron en el dibujo técnico y dieron sus primeros pasos en Geogebra.
La Escuela de Educación Secundaria 71 de Chaco también aportó su dosis creativa a la geometría con “La belleza de las matemáticas”, que analiza los fractales, figuras geométricas que se repiten en forma de patrón, y su presencia en la naturaleza, el cuerpo humano y los videojuegos.
Matemática con impacto social
En el stand “Eco Cálculo” del Colegio Ramiro Alberto Trejo de Tolhuin, Tierra del Fuego, Malena y Ayelén, estudiantes de 5° año orientación en Turismo, presentan un proyecto sobre elaboración de pallets y briquetas para generar calefacción ecológica.
El grupo detectó que en su región el circuito de aserraderos es uno de los más contaminantes debido a su principal desecho: el aserrín. A partir de una evaluación estadística, evaluaron cuán factible es convertirlo en un recurso para enfrentar el frío.
“Al ver que generan un problema con el medioambiente, calculamos la cantidad de desechos y cuánto podría calefaccionarnos. Es un recurso cuatro veces menos contaminante que el gas, la leña o el carbón vegetal”, explicó Ayelén.
Julián y Ludmila, estudiantes del cuarto año del profesorado de Matemática en el Instituto de Formación Docente de La Paz, Entre Ríos, viajaron con su proyecto “Tocar, Oír y Pensar: estrategias para una matemática inclusiva”, dedicado a la enseñanza de esta disciplina adaptada a estudiantes con discapacidad visual.

Julián explicó que gran parte del conocimiento matemático se apoya en la representación visual de números, figuras y fórmulas, por lo tanto, cuadros como la baja visión o la ceguera impulsan a pensar la matemática desde otras perspectivas y a enseñarla a partir de otros sentidos.
“Si le preguntamos a una persona que va a la escuela qué es un triángulo, ya hay una representación visual de lo que es, pero ¿cómo creamos esa representación en un chico que nunca vio?, ese fue nuestro interrogante de partida”, contó el estudiante.
El proyecto implicó, además de investigación y formación, el diseño de recursos pedagógicos como bloques, gráficos biselados, fichas y contadores con textura, para que los estudiantes conozcan la matemática escuchando y tocando.
“Este trabajo nos sirvió para ponernos en situación, porque dentro de la formación no se habla de estas cosas, de lo que es la discapacidad. Nunca se piensa en las barreras en el aula, se espera que uno se reciba y se las encuentre por sí solo. Nosotros aprovechamos y pensamos en una, pero hay miles”, contó Ludmila.
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