Ayer por la mañana vecinos del barrio Apepú de Santo Pipó se manifestaron para pedir por medidas de seguridad, luego de la muerte de una joven madre, su hijo y una adolescente, en el marco de un siniestro que ocurrió este último sábado.
Minutos después de las 10, un grupo de personas partió desde el lugar del siniestro vial, frente al barrio y a la altura del kilómetro 1.417 de la ruta nacional 12.
Se dirigieron hasta la terminal de ómnibus donde se sumó otro grupo de personas, las cuales con pancartas llegaron hasta la Municipalidad de Santo Pipó.
Fueron recibidos por una representante de la jefa comunal y expusieron la necesidad de alumbrado público para ese sector, además de un radar de velocidad para poner freno a la muerte de vecinos del barrio.
Emilce Correa, que fue la organizadora de la manifestación, contó a PRIMERA EDICIONque lo que sucedió el fin de semana fue una tragedia que volvió a abrir una herida.
“Justamente el sábado 20 era mi cumpleaños y se cumplían ocho meses de la muerte de mi hermano, que fue atropellado en el mismo sector”, recordó.
“Cada vez que se acerca esa fecha del mes, tratamos de no hablar mucho de ese tema porque tenemos un dolor muy grande por la pérdida familiar”, contó.
Pero el destino hizo que ese mismo día ocurrieran las muertes de Priscila Venegas (22), Gael Zárate (4) y sufriera lesiones gravísimas Yamila Ayelén Venegas (15), quien agonizó y murió en el hospital Madariaga el domingo por la tarde.
“Escuchamos un estruendo en el lado de la ruta y corrimos a ver qué había pasado. Fue desgarrados ver la escena que volvió a abrirnos la herida por lo ocurrido con mi hermano”. (Santiago Abenamar Correa de 36 años).
Evidentemente acongojada y con la voz quebrada, Emilce indicó que “los gritos de la familia que se acercaba a ver los cuerpos nos hizo volver a revivir la tragedia de mi hermano”. Cuando apenas intentaban superar esa pérdida, esas tres nuevas muertes frente al barrio y otra vez en un siniestro vial volvió a sumirlos en la tristeza.
En otra parte de la charla la joven relató que “es impresionante la velocidad a la que pasan los vehículos. Justamente es una bajada y apenas hay algunos focos que de noche no alumbran nada, en una zona donde hay gente que vive prácticamente al lado de la ruta que es zona urbana. Es necesaria una colectora”, explicó.
Por último la joven adelantó que mañana -miércoles- volverán a marchar para dirigirse a la Municipalidad para escuchar propuestas de soluciones, “para evitar más pérdidas irreparables”, tal como decía una de las pancartas.
Priscila, su hijo y su hermana y tía del menor, circulaban a bordo de una motocicleta en dirección al barrio, cuando fueron embestidos por un colectivo de larga distancia que iba de Iguazú a Posadas.
“Una herida abierta”
Emilce Correa, hermana de Santiago (36) que murió atropellado el 20 de octubre del 2024 en esa misma zona frente al barrio Apepú, dijo que los decesos de Priscila, su hijo de 4 y la tía de 15, fue como volver a abrir una herida.








