La situación hidrológica en la región, a partir de las últimas lluvias, sirvieron para mejorar los niveles de los ríos Paraná y Uruguay que, aún con esos aportes, apenas “alcanzan niveles medios históricos” pero que en el contexto de los duros períodos de sequía ocurridos entre 2020 y 2022 resultan un alivio considerable.
El ingeniero Juan Borus, responsable del pronóstico hidrológico del INA (Instituto Nacional del Agua), en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, explicó que “el cuadro de situación actual es muy interesante porque estamos siguiendo cómo se va moviendo el marco climático en lo que hace a la concentración de las áreas de mayor lluvia”.
Detalló que “desde hace unos 10 días y por una semana más, estará concentrada la lluvia en un área que es el corazón de la Cuenca del Plata, Misiones y alrededores. Por un lado, tenemos el río Paraguay que se ha normalizado con las lluvias de abril, porque fue un mes muy rico en precipitaciones y está evolucionando dentro de los márgenes normales. Por otro lado, la alta cuenca del Paraná en Brasil, la mitad superior, donde están mayormente las presas de embalses, sigue teniendo escasez de lluvias, un déficit. Están disminuyendo las reservas en los embalses y el aporte de esa región está muy acotado”.
Mejora
Borus dijo que “ha mejorado sensiblemente la mitad sur de esa región, que es básicamente la cuenca no regulada, en la que se ha verificado el mayor corrimiento de la frontera agrícola hacia el oeste, con lo cual el Estado de Paraná y parte del Estado de San Pablo, tienen hoy por hoy 0% de los pastos naturales que tenía cien años atrás. ¿Eso qué significa? que esos suelos se pueden saturar más rápidamente, que cuando llueve y se instala un sistema, la reacción, la respuesta hidrológica es más rápida, hay un mayor escurrimiento, o sea, de lo que llueve es mayor la proporción que le sobra al suelo y que además va más rápido hacia los cursos de agua. Eso nos obliga a estar muy atentos a cómo evolucionan estas lluvias”.
Recalcó que “las lluvias que se están dando ahora, las vemos más como algo positivo que negativo porque en definitiva sostienen la condición ‘medio con alfileres’, pero la sostienen al fin, del aporte al río Paraná en territorio argentino de Corrientes para abajo, permitiendo que por lo menos los niveles, en todo el tramo se mantengan oscilante, de aguas medias, a veces cerca de los promedios habituales, otras un poco más abajo, alejándose de las condiciones de bajante tan tremendas que tuvimos en el período 2020-2022”.

Incertidumbre en julio-agosto
En cuanto a las proyecciones en materia de lluvias, Borus señaló que “en principio la tendencia climática trimestral trazada recientemente nos muestra cierta incertidumbre, no está tan claro el panorama. Es muy probable que sea errática la situación, que hoy tengamos estas lluvias y dentro de un mes no caiga una gota. Eso perfectamente puede ocurrir”.
Insistió en que “estamos con una variabilidad climática muy grande que nos obliga a ser muy cautos y no pensar en que podemos hacer una prospección de muy largo plazo”.
Sin embargo, estimó que el inicio de julio sería similar a junio en cuanto a lluvias.








