Caminan, corren, van en todas direcciones, muchas veces apresuradas por llegar a todos lados.
Multifacéticas, creativas, soñadoras, dulces, sensuales, inteligentes, sensibles.
Cada una con su forma de ser, con sus fortalezas y debilidades, con sueños y frustraciones andando el camino lo mejor que pueden. Algunas veces sintiéndose súper poderosas y otras, un punto en el océano.
No existe ninguna igual a otra, cada una con su encanto y lo que las hace únicas. Muchas veces se exigen demasiado, se piden perfección, aunque sea perseguir un imposible, y tienen en su cabeza varios temas al mismo tiempo.
Son fuertes y sensibles a la vez, intuitivas, perciben en el aire muchas situaciones que a simple vista no se ven. Como amigas están listas para hacer de psicólogas toda la noche si fuera necesario, como madres tienen esa mezcla de dulzura y sabiduría para hacer lo que haga falta.
Se construyen paso a paso, levantándose de cada caída, siguiendo adelante muchas veces sin fuerzas, tomando decisiones y eligiendo a cada paso seguir creciendo.
Tienen una fuerza que ni ellas mismas dimensionan, cuando todo se complica, se activa esa fuerza superior y salen adelante, inventan oportunidades donde no las hay, y afrontan lo que sea para superar el momento. A veces, en algunos ambientes laborales, sobre todo a niveles gerenciales, sienten que tienen que demostrar todo el tiempo cuanto valor aportan y eso es algo que se agrega a su rol de mamá, y de esposa, y muchas veces, por las noches, el cansancio golpea su puerta. Pero ellas tienen un antídoto para todo, se unen y se apoyan para salir airosas de cualquier situación.
Siempre quieren estar mejor, buscan sanar sus heridas del pasado y aunque pueda ser doloroso, son valientes para mirar hacia adentro.
Hoy es su día, pero en realidad, su día es cuando cada mañana la miras con una sonrisa, cuando secretamente agradeces por tener su compañía, cuando la abrazas largo rato sin decir palabra.
Su día es cuando te das cuenta que lo único de verdad importante es disfrutar cada momento junto a ella, saboreando este milagro de la vida.
Natalia Moyano
Contadora con corazón de escritora
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