En el marco de la presentación del proyecto de Presupuesto 2025 a nivel nacional, la consultora Politikon Chaco emitió un informe que revela que Misiones recibiría $1,8 billones de coparticipación el año que viene, el monto más bajo de ingresos automáticos en todo el NEA.
El politólogo Alejandro Pegoraro, titular de la mencionada consultora, analizó este lunes en Primera Plana, por FM 89.3 Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero, las implicaciones que tendrá el cálculo de gastos y recursos de Javier Milei para las provincias, especialmente la nuestra.
Destacó que las proyecciones de coparticipación federal favorecen a Buenos Aires y que Misiones seguirá siendo perjudicada por la Ley de Coparticipación vigente.
Además apuntó que, aunque el presupuesto muestra un aumento nominal en transferencias no automáticas a las provincias, no hay desagregación geográfica, lo que dificulta saber cómo se repartirán realmente esos fondos.
En síntesis, Pegoraro advirtió a la radio de PRIMERA EDICIÓN que el escenario podría ser “similar o incluso peor” que el actual si la recaudación no mejora y que la pauta inflacionaria del 18% en el Presupuesto 2025 es “muy optimista”, lo que afectará las proyecciones de gastos y recaudación. Además, la incertidumbre persiste sobre cómo se ejecutarán las obras y los fondos prometidos.
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Pegoraro comenzó aclarando que “todavía es una incógnita” la implicancia que tendrá el proyecto de Presupuesto 2025, aunque “si nos atenemos exclusivamente a lo que dijo el Presidente en su mensaje ayer por cadena nacional, está clarísimo que va a haber una presión sobre las provincias para continuar profundizando el ajuste del gasto público”.
Un ajuste que -matizó- “ya se viene dando: en el primer trimestre de este año, las 24 jurisdicciones ajustaron el gasto cerca del 25% en promedio y están ajustando el gasto en un 20% en lo que va del segundo trimestre, que son los datos hasta ahora que tenemos relevados”.
Paralelamente, “si partimos de la base de lo que el texto del Presupuesto dice, todavía hay algunos signos de pregunta que nos hacen pensar justamente cómo va a ser la dinámica”.
“En primer lugar, y en relación a la proyección de recursos por coparticipación federal, lamentablemente lo que pasa en Misiones va a pasar siempre, año a año, siempre y cuando no se modifique la ley de coparticipación. Porque justamente el menor monto que tiene Misiones en el NEA corresponde a la distribución según el esquema vigente, que es la ley sancionada ya en 1988 y que justamente perjudica a Misiones en ese punto”, explicó.
“Ahora, si queremos analizar lo que dice el texto del proyecto en relación a las otras transferencias nacionales, que son las denominadas no automáticas o más comúnmente llamadas discrecionales, este Presupuesto lo que tiene es un dato muy global, es decir, cuánto se destinaría para ese tipo de transferencias y cuánto crecerían en relación a este año. El problema es que no hay ningún tipo de desagregación respecto a la distribución geográfica de esas transferencias. Es decir, no sabemos si la mitad va para la provincia de Buenos Aires, el resto para las otras 22 provincias, si reparten mitad y mitad con alguna otra, no sabemos nada porque esa planilla que siempre está en el Presupuesto, esta vez no está”, lamentó.
“Cuando analizamos las transferencias no automáticas, tanto las corrientes como de capital, pareciera que en términos relativos, por lo menos en la variación porcentual, habría un incremento en los envíos a las provincias superior al gasto que prevé el Estado nacional. Hasta ahí, uno puede decir ‘che, pareciera ser que la motosierra a las provincias terminó’, pero en verdad hay que ponerle un gran signo de paréntesis y también de interrogación, porque al no estar desagregado por distrito, no podemos saber”.
Además, recordó que “si de repente la estimación de crecimiento de actividad económica que realiza el Estado nacional no se da o se da de manera más lenta, y por ende impacta en la recaudación, una de las primeras cosas que se van a recortar, son justamente los envíos a las provincias”.
“Los envíos que están presupuestados siguen siendo tres empanadas: es un monto nominal en pesos que es muy chico, apenas el 1% del gasto total que prevé el Estado nacional. Así que, por ende, podemos esperar de mínima un escenario muy parecido al de ahora en términos de reparto de recursos, pudiendo ser un poquito mejor si es que la recaudación acompaña, o pudiendo ser igual de grave o un poco más grave incluso que lo que vimos este año si es que la actividad económica no repunta”.
Inflación proyectada
“La pauta inflacionaria es del 18%, un promedio de un (punto) y pico por mes. Es una pauta, entiendo yo, altamente optimista: está pasando de cerrar el año en 110%, al 18%. Dios quiera que se dé, por el bien de todos nosotros, pero realmente es muy optimista y naturalmente eso va a influir en la recaudación“.
“El mayor beneficiario siempre de una inflación alta es el Estado nacional, por recaudación. Le da una discrecionalidad muy fuerte: si presupuestaste tener ingresos por IVA de mil pesos, entonces tenés tu presupuesto atado a esos mil pesos; pero si tuviste en medio una inflación del 100%, recaudaste más en términos nominales, y vos tenés discrecionalidad sobre el excedente de la recaudación”.
“Ahora pareciera que eso se va a ajustar a partir de la regla fiscal, que como paraguas conceptual está muy bien; ahora, es todavía medio confuso en términos operativos: ¿cómo vos mes a mes vas a ir ajustando el gasto llegado al caso? Operativamente todavía tiene sus dudas”, sentenció.
Transferencias automáticas a provincias y CABA. Distribución 2025 según régimen vigente
