Los sueños de muchos misioneros de partir de su tierra en busca de un trabajo mejor remunerado, con mejor esperanza de vida y un futuro prometedor, últimamente se vieron aplastados por personas que todavía creen que viven entre el siglo XVI y XVII cuando la esclavitud era legal.
Días atrás, PRIMERA EDICIÓN dio cuenta de dos casos donde personas oriundas de Misiones fueron rescatas tras ser víctimas de trata laboral: el primer caso, el más resonante, ocurrió en Rio Grande do Sul, donde una veintena de misioneros fueron rescatados por autoridades locales. Mientras que días después rescataron tres comprovincianos de la tierra colorada en Corrientes. Todos ellos fueron explotados laboralmente y vivieron en condiciones infrahumanas por más de un mes.
En las últimas horas, otro misionero fue rescatado tras pasar 13 años esclavizado en una zona rural de la provincia de Río Negro. El hombre, de alrededor de 72 años, vivía en condiciones insalubres, bebía agua de un arroyo y hacía sus necesidades fisiológicas en un balde plástico.
El operativo fue realizado por el Programa Provincial de Asistencia a las Víctimas del Delito de Trata de Río Negro y Prefectura Naval Argentina (PNA), que dieron seguimiento a una orden del Juzgado Federal de Viedma por una causa de trata de personas. Gracias a una intensa investigación, personal de las prefecturas San Antonio Oeste y Punta Colorada dio con el paradero de la víctima.
El rescate del adulto mayor, indocumentado, ocurrió en las últimas horas en una zona rural conocida como Campana Mahuida, ubicada a unos 220 kilómetros de San Antonio Oeste. En ese marco, se supo que el hombre era retenido por presunta explotación laboral desde 2011.
En el casco de la estancia, se constataron condiciones de higiene, salubridad y permanencia que no cumplían con las ordenanzas y legislación vigente que protege los derechos humanos de las personas. En ese sentido, los funcionarios del programa constataron indicadores de explotación laboral y reducción a la servidumbre.
El misionero fue asistido médicamente y psicológicamente, y luego fue trasladado a un residencia para adultos mayores de Viedma, la capital rionegrina. Asimismo, se aguardaban informes de los responsables por el delito investigado, a fin de procesarlos judicialmente.
