A pesar de haber tenido un buen fin de semana largo, en Puerto Iguazú se conoció ayer una noticia triste: el cierre de un hotel de 10 años de antigüedad por efecto de la pandemia y la caída de la actividad turística.
Se trata del Apart Hotel Bosetti, cuyos propietarios tuvieron que tomar la drástica decisión debido a la disminución de las reservas y la imposibilidad de sostener el emprendimiento que venía cerrado desde el mes de marzo de 2019, cuando se decretó la cuarentena obligatoria en todo el país.
Si bien tenían planeada la reapertura para el 2 de enero pasado, por la baja en las reservas no fue posible, tomaron la difícil decisión de cerrar, rematar las cosas y vender el hotel.
“Tiene que ver con la crisis económica que se está viviendo y la falta de atención de los gobernantes ante esta situación. El hotel siempre funcionó perfecto, pero después de 10 meses se hace imposible continuar”, declaró Federico Rodríguez, uno de los propietarios, a La Voz de Cataratas.
Son siete las familias que se quedan sin trabajo, quienes al principio cobraban la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y, según dijo Rodríguez, “las tarifas de agua y luz seguimos pagando estando el hotel cerrado. Los montos son elevadísimos y nunca hubo una ayuda por parte de nadie, siendo que somos varios los hoteles que estamos en esta situación”, agregó el empresario.
Sobre el remate, explicó que podrán entrar de a dos personas por familia. “Con el dinero que se junte planeamos también ayudar a los chicos que se quedan sin trabajo porque eso es lo más difícil”.
Para finalizar, el propietario destacó que, seguirán trabajando en otro lado porque acá se hace muy difícil. “Los que salen perdiendo siempre son las PyME y esta vez al que peor le fue es al turismo porque esto no tendría que estar pasando. Tendrían que haber dictado la ley de emergencia, sabiendo que estamos en una ciudad donde el 90 por ciento vive del turismo”, culminó.
Una mala noticia
Jorge Bordín, titular de la Cámara de Turismo de Iguazú, consultado por PRIMERA EDICIÓN, sostuvo al respecto que “es una mala noticia” y que “a pesar que se está empezando a notar turistas visitando el parque y paseando por la ciudad, la situación sigue siendo muy complicada”.
Explicó que “muchas empresas venían arrastrando una situación muy dura y sin un soporte económico era sabido que esto podía ocurrir”.
“Es verdad que muchas pudieron presentar la documentación correspondiente y acceder a los préstamos a tasa subsidiada, pero muchos no llegaron a tiempo con los requisitos y se vieron imposibilitadas a recibir esta ayuda. Esto se traduce en cerrar temporalmente el emprendimiento o, en algunos casos, el cierre definitivo”, dijo Bordín.
Aclaró que “todo depende del soporte de cada empresa, las grandes pueden aguantar pero las más chicas están complicadas. En ambos casos, hay gente que pudo achicarse en los costos y aguantar hasta la reapertura mínima, perdiendo lo mínimo posible, porque desde que arrancamos se tienen que hacer inversiones y se está trabajando a pérdida para tener el emprendimiento operativo”.
“Incluso el Parque (Nacional Iguazú) sigue teniendo la misma cantidad de empleados que en marzo, no despidió a nadie, y está recibiendo el 10% de la gente que recibía a esta altura del año pasado, por eso digo que la situación sigue siendo complicada pese a la reapertura de las actividades”, indico.
Por último, reconoció que hubo un buen fin de semana largo y que “necesitábamos que el turismo empiece a hacer girar la rueda de la economía en nuestra ciudad. Estamos trabajando todos a pérdida, pero nos mueve la ilusión de que, en dos o tres años, como dicen las grandes consultoras internacionales, volvamos a tener el flujo de visita que teníamos antes de la pandemia”.
Tres cierres en Oberá
Víctimas del “parate” turístico por la pandemia y las abultadas cuotas de servicios, el hotel El Edén y la hostería Monte Aventura cerraron definitivamente sus puertas en julio del año pasado en Oberá. En septiembre le ocurrió lo mismo al hotel Premier, después de haber funcionado durante 33 años en la ciudad.