Hay ocasiones en que luego de tropezar con la misma piedra por enésima vez la persona termina por convencerse de que ya no va a cambiar más. Nada más ¡errado!pues el cerebro sano puede ser modelado y la persona reinventarse.
Es lo que expone a través de sus publicaciones y conferencias el Dr. Mario Alonso Puig, español, médico, formado en Inteligencia Humana en la Facultad Superior de Educación de la Universidad de Harvard, experto en Liderazgo y Autoayuda, autor del popular libro “Reinventarse”.
Afirma que: “Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas”.
¿Cómo se sale del pensamiento negativo? “Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado”.
Nuestro cerebro puede cambiar con buenas palabras pues ellas contienen energía vital. “Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades. Ya lo decía Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina: Todo ser humano puede ser el escultor de su propio cerebro”.
Colabora
Hilda Gonzalez
Abogada.
Estudios avanzados en Neurociencia.
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