Posadas. Con amor y devoción, la gran familia que forman los chicos y los integrantes de la comisión directiva del Hogar para niños de la calle El Refugio, recordaron a Isabel Herrera, una figura muy importante, no sólo en lo que hacía a la institución, sino como persona, ya que ella era para todos como una gran “mamá”.Su hijo, Mario Herrera, quien quedó presidiendo la asociación tras su trágico fallecimiento, la recordó con admiración: “Ella no sólo era muy querida y muy respetada en el ámbito de las organizaciones solidarias, sino que en el mismo hogar donde ella era casi una figura materna para todos los chicos que viven con nosotros, y por eso los que quedamos tratamos de suplir su ausencia”, explicó.Sobre el fuerte sentimiento de pérdida, Mario contó que “todavía es muy duro, en todos los sentidos, porque ella tenía una capacidad de hacerse escuchar y valer. Tenía la fuerza y la determinación para luchar ciertas batallas, que las sabía ganar. Por ahí nosotros que tenemos un perfil más bajo, nos cuesta un poco que nos atiendan, pero bueno es una lucha que decidimos darla”.Buen trabajoEn lo que hace al día a día, Mario resaltó el “buen trabajo que estamos haciendo con la iglesia católica y evangélica; también nos brinda su apoyo la gente de la cancha de fútbol La Cima, que nos está brindando sus instalaciones para que los chicos puedan recrearse a través del deporte. Además hay un grupo de teatro de la UMaM que nos brinda su tiempo para que por ahí los chicos que quieran expresarse a través del teatro, puedan hacerlo; así que -por suerte o por desgracia- estamos teniendo mucha atención a partir de su fallecimiento”, contó Herrera, quien asumió la labor de Isabel a la que resumió como “su obra de vida”.Particularmente lo que más necesita el Hogar está referido a los artículos de uso diario, que al ser tantos los que conviven en el lugar, siempre están con lo justo.“Utensillos de cocina, elementos de limpieza, de higiene personal para los niños y pañales para los bebés que son las cosas que normalmente escasean porque para mantener la higiene del hogar, se ocupa mucho y por eso es lo que siempre falta”, enumeró el hombre acerca de las necesidades diarias y actuales de la entidad solidaria. Misa y chocolatadaEl homenaje para Isabel fue de lo más sencillo y emotivo. El padre Alberto Barros presidió la ceremonia religiosa que se celebró alrededor de las 16.30, en la cual exhortó a cultivar la bondad de corazón y la recordó por su sacrificio y entrega por los niños del hogar que fundó. Seguidamente los chicos disfrutaron de una rica chocolatada en un clima de mucha camaradería, como una forma de homenaje al trabajo, al que le dedicó hasta el último de sus días. La recuerdan con devociónHoy en día el Hogar Niños de la Calle El Refugio cuenta con 29 chicos que viven de forma permanente. En relación a lo que era hace un año y en la actualidad, el contraste es bastante similar. “Lamentablemente recién a partir del fallecimiento de Isabel la atención que tuvo el lugar fue mucho más grande de la que estábamos acostumbrados. En aquel momento teníamos alrededor de 38 chicos, actualmente estamos con 29, no por ninguna situación en particular, sino por la resolución de los distintos casos”, explicó Mario Herrera, quien destacó el apoyo oficial que están teniendo.“Afortunadamente ahora estamos recibiendo bastante ayuda del Gobierno provincial, que mediante un subsidio nos está ayudando para mantener la estructura edilicia del hogar, que al ser una casa, no estaba preparada para el uso, con lo cual el deterioro es mucho más importante”. Concretamente, el Estado provincial entrega a la institución un subsidio destinado al mantenimiento edilicio en general. En el hogar los 29 chicos tienen una cama calentita donde dormir, se les ofrecen las comidas importantes, se les da ropa, van a la escuela y se trata de que hagan actividades artísticas y deportivas extraescolares.





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