LEANDRO N. ALEM. Tres escuelas conviven en el mismo edificio y como tantas otras instituciones y viviendas de esta localidad están atravesando momentos muy críticos debido a la escasez generalizada de agua. Se trata de la Escuela 62, el CEP 21 y la Escuela de Adultos 23.La directora de la escuela primaria, Alicia Esther Staciuk, señaló a PRIMERA EDICIÓN que “esto es urgente, porque estamos trabajando con niños, los chicos se ensucian, corren, se quieren lavar las manos y no hay agua”. Son 1.200 estudiantes los que transitan día a día en los tres turnos y poco a poco la situación se hace más compleja: hace un mes apenas alcanzan a limpiar los baños, con lo que el resto del edificio, aulas, oficinas y pasillos se encuentran en un estado calamitoso. “Sabemos las consecuencias que puede traer para la salud trabajar en este estado y por eso, entre las propuestas elevadas al Ministerio de Educación provincial, está reducir la cantidad de días de clases, por la responsabilidad civil que acarrea en escuelas tan grandes, pero hasta ahora no hemos recibido ninguna respuesta”, dijo Staciuk.También hicieron extensivo el pedido de ayuda o de alguna solución por medio de notas al Concejo Deliberante y la Municipalidad. “También hemos hablado con la supervisora y autoridades del Ministerio de Educación”, agregó la directora.Imposible abastecerseLa escuela cuenta con dos tanques de 3.500 litros cada uno, los cuales requieren varios días para llenarse. “Esta mañana temprano -por ayer- los tanques estaban llenos, pero en el transcurso de la mañana se vaciaron”, dijo Staciuk. “Pero los tanques llegaron a llenarse porque la escuela estuvo cerrada tres días, por el fin de semana largo”, agregó, destacando que en la comunidad educativa se toman todos los recaudos para que no se derroche el agua ni haya pérdidas. La directora explicó que “para beber los chicos llevan agua en termos, pero no hay agua para usar en el baño y no se le puede pedir a los vecinos porque nadie tiene agua en la ciudad”. Problema generalizadoLa falta de agua se extiende a toda la comunidad hace varios meses. El año pasado había ocurrido lo mismo, con la diferencia de que los pozos de agua estaban en buen nivel, con lo que todo el problema se resolvió con perforaciones. Este año todo es mucho más complejo, dado que no llueve desde fines de 2011, con lo que no queda agua en los pozos. Lo peor es que tampoco se pronostican lluvias para los próximos días y el panorama se presenta imprevisible, no solo a nivel educativo, sino en lo que hace a la vida cotidiana de toda la comunidad, incluidas las zonas rurales, que apenas pueden mantener y regar los cultivos. Desde el municipio administran por sectores el suministro de agua en forma rotativa. “Pero hubo casos de escuelas, como una que está en el barrio Belgrano -alejado del centro- que cuando le tocó el turno de recibir agua ya no había más reservas en el municipio, con lo que pasaron otro día más sin el líquido vital”, indicó Staciuk.





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