POSADAS. En otro capítulo de una novela que parece no tener final, la Justicia investiga por estas horas si el narcotraficante detenido el domingo en Puerto Esperanza con 2 mil kilogramos de marihuana tiene vínculos con los “narcopenitenciarios”, la banda de uniformados involucrada en el tráfico de estupefacientes que trascendió a la luz a mediados del año pasado.En la noche del domingo, efectivos de la Gendarmería Nacional detuvieron al conductor de una Toyota Hilux que circulaba por un camino terrado en la zona de Puerto Esperanza, a unos tres kilómetros de la ruta nacional 12. Cuando requisaron el rodado, los hombres de la fuerza federal se toparon con 1.940 kilogramos de marihuana que llevaba escondidos en bolsas de arpillera.Tras las pericias de rigor, los uniformados informaron del operativo a las autoridades judiciales. Recién entonces todo quedó más claro: el detenido no era otro más que el mismo que era buscado desde hace meses por su presunta vinculación con los “narcopenitenciarios”.Según relataron a este medio fuentes de confianza, la Justicia estaba desde hace un buen tiempo tras los pasos del ahora detenido, ya que estaría comprobado que recibía dinero en efectivo por medio de giros postales que tenían como remitentes a varios integrantes de la emblemática banda.A esa pista arribaron las autoridades después de un intenso trabajo de entrecruzamiento de datos y llamadas realizado en los últimos meses en Misiones y otros puntos de la región.De todas maneras, hasta el domingo los intentos por detenerlo habían sido fallidos, hasta que la fortuna le jugó una buena pasada a las autoridades, quienes lograron apresarlo gracias a un “golpe de suerte”.Los informantes aseguraron además que el detenido había estado demorado hace algún tiempo por circular en una Toyota Hilux de dudosa procedencia, similar a la que fue incautada el domingo por los gendarmes.La banda de los narcopenitenciarios salió a la luz el 24 de mayo del año pasado, cuando efectivos de Gendarmería detuvieron en Puerto Rico -sobre la ruta nacional 12- un camión del Servicio Penitenciario Federal con casi 2.300 kilogramos de marihuana.La droga estaba camuflada en medio de una supuesta mudanza que era trasladada desde Eldorado a Buenos Aires por dos efectivos del SPF, quienes aseguraron que sólo cumplían órdenes de esferas superiores.La investigación tuvo otro capítulo trascendente el 27 de septiembre de 2011, cuando un grupo armado robó una avioneta del aeroclub de Eldorado. Luego de diversas pericias, los sabuesos llegaron a la conclusión de que el piloto que se llevó la aeronave era un preso de la Unidad Penal 17 del SPF, en Candelaria, quien aparentemente abandonó el presidio por algunas horas para cumplir con el delito.Finalmente, el 21 de octubre, un enfrentamiento a tiros entre fuerzas federales y narcotraficantes en Garupá se cobró la vida de uno de los presuntos maleantes, después de otra serie de escuchas también relacionadas con la banda en cuestión.Con esta nueva detención, queda en claro que la red de conexiones de los denominados “narcopenitenciarios” es mucho más grande de lo que se pensaba.





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