BOGOTÁ, Colombia (AFP y Agencias). ¿Debe un periodista acompañar al Ejército en una zona de guerra? ¿Cuál es el límite de la profesión periodística? La captura del reportero por parte de las FARC actualiza viejos interrogantes.Langlois, periodista de la televisora France 24, acompañaba a una patrulla militar en un operativo antidrogas en el selvático departamento de Caquetá, que fue atacada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con fuerte presencia en esa zona de conflicto. El reportero vestía chaleco antibalas y casco del Ejército, que al empezar el fuego cruzado se quitó en un reflejo inmediato. Herido en un brazo, Langlois se dirigió hacia los guerrilleros para identificarse como civil, según testimonios de los soldados que le acompañaban. Después de la segunda guerra del Golfo en Irak, se generalizó ese estilo de cobertura periodística en la que los reporteros son tomados a cargo de una unidad militar. Pero tras la desaparición de Langlois el pasado 28 de abril, esa práctica ha sido severamente cuestionada en Colombia, y uno de los primeros ha sido el vicepresidente de la República, Angelino Garzón. “Los militares son militares. Los que somos civiles, incluyendo los gobernantes y los periodistas, no debemos llevar prendas militares. Este tema tiene que llevar a una reflexión entre los medios sobre en qué casos debe ir o no un periodista, y dentro de las fuerzas armadas sobre en qué casos se debe invitar a un reportero”, dijo Garzón. Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia y experto en temas del conflicto armado colombiano, aseveró que Langlois nunca debió estar en primera línea. “Es altamente inconveniente que los periodistas puedan acompañar al Ejército en una operación militar de alto riesgo. Las fuerzas militares no deben apoyar ese tipo de práctica. Lo que se supone ser una protección para los periodistas los convierte en un blanco”, reflexionó. “Deberían ir por su propia cuenta a zonas donde el Ejército puede garantizar la seguridad. No deben estar en primera línea, en la zona de fuego”, añadió. Loïc Berrou, jefe del servicio internacional de France 24 y corresponsal de guerra, subrayó que en ocasiones los periodistas “no tienen más remedio que acompañar una unidad militar para cubrir el conflicto” y a veces les toca aceptar sus condiciones.





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