DAMASCO, Siria (AFP y Agencias). La jornada de sangre dejó también doce soldados del Ejército de Al Assad muertos, en combates con el Ejército Sirio Libre (ESL). A pesar de la tregua declarada, 23 personas han perdido la vida.Once de ellos son civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Uno de ellos, junto a los doce soldados, murió en la provincia de Deir Exxor (noreste del país). Otros diez civiles, entre ellos nueve miembros de una misma familia, fallecieron en bombardeos en la provincia de Idleb (noroeste). De madrugada, un obús estalló en una casa matando los nueve integrantes de la familia, incluidas cuatro mujeres y dos niños. Según el OSDH, con sede en Londres, la explosión causó numerosos heridos, varios de los cuales se encuentran en estado crítico. Estos nuevos hechos de violencia se produjeron a pesar de la presencia de 30 observadores enviados por la ONU para supervisar el alto el fuego en vigor desde el 12 de abril pasado. El lunes, al menos 27 personas murieron en Siria, de las cuales 20 eran integrantes de las fuerzas de seguridad del presidente Bashar Al Assad, en atentados en la ciudad de Idleb. Los medios de comunicación de Siria anunciaron además un balance de nueve muertos, entre ellos un oficial, y más de 100 heridos, entre los civiles y las fuerzas de seguridad, “en dos atentados suicidas con coches bomba”.El gobierno sirio “enfrentará las acciones de las bandas armadas”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores Faysal Meqdad al entrevistarse con el general noruego Robert Mood, jefe de la misión de la ONU en Siria. Meqdad denunció una “escalada sin precedentes llevada adelante por esas bandas desde la llegada de los observadores” y exhortó a Mood a “investigar las violaciones” del plan del emisario internacional Kofi Annan e informar con “precisión e imparcialidad a las Naciones Unidas”. El lunes, Ban condenó los “atentados cometidos en Idleb y Damasco esa misma jornada” y exhortó a “todas las partes a cesar inmediatamente la violencia armada bajo todas sus formas y a cooperar totalmente con el trabajo de la Misnus” (misión de supervisión de la ONU).





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