POSADAS. Disparatadas situaciones, carcajadas, complicidad y esa novela de espías que hizo vibrar al público fue el disparador para culminar un domingo con buen humor. “Los 39 escalones”, una obra reconocida en el mundo, se colocó en la ciudad para poder canalizar energías junto a Gianola, Fabián Mazzei, Fabiana García Lago, y Nicolás Scarpino.En la muestra de profesionalismo es necesario destacar la labor de cada uno de los actores, más esa divertida mezcla de interactuar con los objetos de la escenografía. Implacable fue el trabajo escénico que realizó Fabián Gianolla y Nicolás Scarpino, que dentro de su personaje se fueron desmenuzando muchos otros más. Entre el cambio de vestuario, combinados con el timbre de voz que se adaptaba a cada una de las figuras, se pudo distinguir que estos actores demuestran pasión en la profesión. Con más de dos horas a plena historia, el público observó atento, río y también sintió esa adrenalina que se vivía sobre las tablas. Por momentos hasta los mismos actores no podían contener la risa, y esa historia de espías de época le fue dando color y matices a cada uno de los personas de la novela escrita por John Buchan´s y Alfred Hitchcok, adaptada por Patrick Barlow, idea original de Simon Corble y Nobby Dimon. Más los arreglos de Edward Snape para Fiery Angel Ltd.Un hombre con una vida aburrida conoce a una misteriosa mujer que dice ser espía. Cuando la lleva a su casa, ella es asesinada. Antes de que se pueda dar cuenta, el hombre se encuentra perseguido por una organización llamada los Los 39 Escalones que no le perderá pisada en una cacería humana por todo Estados Unidos, con un final tan atrapante que dejará a la audiencia sin aliento.La mística puesta por Mazzei le dio ese brillo esperado de seductor ante las mujeres que fueron pasando por la obra. En esa brillante presentación de Fabiana García Lago que se sintió en cada momento de la obra. La historia con un final abierto, captó la atención de principio a final y el público de pie ovacionó la participación de estos reconocidos actores que dejaron su vida sobre el escenario, con mucha alegría y disparatada simpatía.





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