POSADAS. El escándalo por la inhumación del cuerpo de la mujer quemada con nafta en el asentamiento “Los Lapachitos”, a la que no se le practicó la correspondiente autopsia, sumó ayer un nuevo capítulo. Sin ánimo de entrar en polémicas, pero con la imperiosa necesidad de aportar la mayor cantidad de información para aclarar la situación, desde el departamento jurídico del hospital indicaron que jamás recibieron orden judicial de qué hacer con el cadáver.Y dejaron deslizar que ningún funcionario se acercó, en los casi siete días de internación, a verificar el estado de salud de Ramona Isabel Benítez.En ese contexto, el 25 de marzo, día en que se produjo el deceso de esta mujer de 52 años, el cuerpo fue entregado a los familiares “bajo su estricta responsabilidad”, señalaron desde esa dependencia.Asimismo, negaron con énfasis que la Justicia hubiera allanado el miércoles ese nosocomio en busca de la historia clínica de la paciente.En este sentido, señalaron que “no fue diligenciado el oficio, porque la historia clínica fue remitida al Juzgado el 3 de este mes”, indicó el abogado Gabriel Petta en una comunicación telefónica con este diario.El caso no es menor. Con la inhumación del cuerpo y sin autopsia, se perdieron pruebas decisivas para determinar fehacientemente si se trató de un suicidio o un homicidio.Mientras, el concubino de Benítez, de 56 años, continúa detenido en la comisaría seccional Octava.Su defensor, Marcelo Ozuna, titular de la Defensoría de Instrucción 3, confirmó a este diario que el imputado había intentado quitarse la vida, razón por la que pidió asistencia psicológica.La causa está radicada en el Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, a cargo del magistrado Fernando Luis Verón.El magistrado tenía prevista la apertura de una causa para determinar las responsabilidades en semejante yerro procesal.Vale mencionar que Verón se enteró del fallecimiento de la víctima prácticamente tres días después del lamentable desenlace. Contexto complicadoLa causa que investiga las extrañas circunstancias de la muerte de Ramona Isabel Benítez, quemada con nafta en el asentamiento “Los Lapachitos”, la noche del sábado 10 de marzo, navega a la deriva. Es posible que jamás se sepa si se trató de un suicidio o un homicidio porque el cuerpo del delito fue inhumado sin ser sometido a la correspondiente autopsia.Por esta razón el juez de la causa no tuvo ni tiene otra alternativa que regirse a la historia clínica de la paciente.Pero difícilmente en ella pueda determinar, con precisión, si las quemaduras, por sus características, se produjeron porque la mujer se lanzó nafta o se la lanzaron.El error, garrafal, está cometido y es de esperar que se determine la responsabilidad o cadena de responsabilidades, más allá de la implicancia o no del detenido en el hecho investigado.El defensor oficial Marcelo Ozuna pidió que el responsable del procedimiento policial sea citado a declarar para que explique si el imputado tenía lesiones visibles al momento del mismo.Porque en el informe se afirmó que no y el mismo Ozuna lo vio con ambas manos quemadas, según contó a este diario.
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