APÓSTOLES. Por orden judicial fueron incautados los teléfonos celulares de los empleados del casino de esta ciudad donde el lunes dos audaces asaltantes vestidos con uniformes policiales se alzaron con 180 mil pesos, indicó un portavoz oficial. La medida se concretó ayer, en el marco de la investigación del caso, donde hasta anoche no había sospechosos detenidos. Las fuentes explicaron que el secuestro de los teléfonos móviles (incluso el de la mujer que fue blanco del robo) está relacionado directamente con la hipótesis de que pudo existir uno o más entregadores, es decir, personas que con conocimiento de la “rutina” o movimiento financiero del casino podrían haber colaborado con los malandras. Por otra parte, la subgerente de la mencionada casa de juegos le habría aportado características físicas a los pesquisas para confeccionar un retrato hablado o “identikit”. Con respecto a otras pistas o indicios, se supo que el automóvil en el que se movilizaron los delincuentes, un Fiat Palio de color oscuro y con vidrios polarizados, no pudo ser ubicado y trascendió que dicho vehículo no habría cruzado el límite interprovincial entre Misiones y Corrientes o por algún peaje cercano, ya que las pericias en las imágenes de las cámaras de seguridad no habrían detectado el paso de un vehículo similar. Audaz atracoEl lunes, a las 10.40, dos delincuentes se hicieron pasar por policías para engañar a la subgerente del casino de esta ciudad, a la que fingieron custodiar. Los malvivientes se presentaron frente a la casa de juegos, sobre la avenida Humada Ramella de Apóstoles. Estaban disfrazados con uniformes policiales y se “adelantaron” a una patrulla del Comando Radioeléctrico que había sido requerida minutos antes por las autoridades del establecimiento para el traslado del dinero. Al parecer, esta operación era habitual pero sucedía cada vez que el casino lo requería. Uno de los ladrones, con camisa, pantalón, borceguíes y hasta con gorro policial, descendió del coche en que llegó con su cómplice, quien se quedó al volante. Se dirigió hacia una puerta adyacente y tocó el timbre. Salió la empleada del casino y ambos subieron a un Fiat Palio, de vidrios polarizados, que aguardaba estacionado. A las dos cuadras la encañonaron y se apoderaron de los 180 mil pesos.
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