BUENOS AIRES (NA). Más allá de su superioridad numérica en el ámbito legislativo, la Casa Rosada planea abrir el juego en el Congreso para recolectar el mayor respaldo opositor que sea posible al momento de sancionar el paquete de reformas al Código Civil.La estrategia oficial incluye la posibilidad de aceptar cambios propuestos por los principales bloques de la oposición, además de convocar a expertos y darle espacio y tiempo al debate.Al contrario de los cuestionados trámites “exprés”, el Frente para la Victoria tiene instrucciones de dar un profundo análisis al proyecto de ley que el Poder Ejecutivo enviará al Parlamento cerca de fin de mes.Según pudo saber Noticias Argentinas, referentes de la bancada oficialista anticiparon a legisladores opositores que el tratamiento de las reformas podría realizarse a través de una comisión bicameral.Incluso, deslizaron que el kirchnerismo le podría ceder la presidencia de ese cuerpo a un legislador que no pertenezca a su bancada ni a espacios aliados.Además, la modalidad de tratamiento en la bicameral permitirá que las modificaciones se analicen en ambas Cámaras al mismo tiempo, unificando la discusión, más allá de que después cada cuerpo la apruebe por separado.Las principales variaciones que incorpora la propuesta oficial al Código Civil redactado por Dalmacio Vélez Sarsfield tienen que ver con la simplificación del divorcio y de la adopción, la fertilización asistida, el maternidad subrogada (alquiler de vientres), los contratos prenupciales y las sociedad individuales.Si bien se ya se conoce la esencia de las reformas primordiales, los bloques opositores ya anticiparon que esperarán a tener el texto en las manos antes de sentar sus respectivas posturas.Sin embargo, la amplia mayoría está de acuerdo en líneas generales con los cambios, ya que casi todos poseen proyectos propios para legislar, por ejemplo, en materia de divorcio, fertilización y adopción.La Iglesia también tendrá su espacio en la discusión y el Frente para la Victoria tiene previsto escuchar los planteos de la cúpula. Las controversiasLo que augura mayor controversia es la legislación sobre los embriones congelados que no son utilizados, las concepciones post mórtem (se autoriza a la pareja de una persona fallecida a implantarse un embrión fecundado).El obispo, José María Arancedo, reclamó que se tomen en cuenta cuestiones como la necesidad del reconocimiento del comienzo de la vida humana desde la concepción y su necesaria garantía jurídica, sin distinción de si el embrión está implantado o permanece fuera del vientre materno”.
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