POSADAS. Tres hombres y una mujer fueron demorados el jueves, a la tardecita, en un control de Gendarmería Nacional montado sobre la ruta nacional 12, a la altura de la localidad de San Ignacio.En un principio cayeron al comprobarse que el coche en que viajaban, un Volkswagen Bora, tenía pedido de secuestro por robo en el conurbano bonaerense.Ahora la Policía sospecha que puedan tener algún grado de vinculación con el violento asalto a un empresario obereño, al que despojaron de 80.000 pesos en efectivo después de tomarlo de rehén junto a su esposa y una empleada.El robo a mano armada se registró el jueves, en horas del mediodía, poco antes de que los cuatro fueran aprehendidos.En San Ignacio, Gendarmería encontró 80.000 pesos, diseminados en billetes de 100, en poder de los sospechosos, arista que despertó la intriga de los investigadores.Sin embargo, no fue sino hasta el sábado que la vinculación con el asalto en Oberá comenzó a tomar forma.Los cuatro detenidos tienen acento porteño; las características físicas de los tres hombres son similares a las descriptas por las víctimas y la suma de dinero es idéntica a la que se llevaron de la casa del empresario, socio propietario del supermercado Gauze.“Demasiadas coincidencias para no investigar en profundidad”, indicó ayer uno de los detectives que trabaja en el caso.Conscientes de que son indicios sólidos pero no determinantes para cerrar la investigación en derredor de los cuatro, la Justicia dispuso que fueran sometidos a una rueda de reconocimiento. El objetivo es que las víctimas tengan la oportunidad de identificarlos, “sobre todo a los hombres, porque se sabe que entraron a la casa del comerciante a cara descubierta”, agregó el portavoz consultado por PRIMERA EDICIÓN.Una fuente cercana al procedimiento efectuado en San Ignacio indicó que entre los demorados hay un supuesto integrante de Prefectura Naval Argentina.La mujer, por su parte, habría nacido en Paraguay. Ella y al menos uno de los hombres serían oriundos o habrían vivido en la ciudad de Eldorado.Siempre en el terreno de las hipótesis, los investigadores creen que el arma de fuego utilizado en el asalto podría pertenecer al supuesto miembro de Prefectura Naval Argentina, aunque por el momento no deja de ser una línea de investigación.Los gendarmes comprobaron que el VW Bora fue sustraído en Buenos Aires; que la chapa patente colocada no pertenecía a ningún vehículo y que los números de chasis y motor podrían estar modificados. Además, detectaron serias irregularidades en la cédula verde del automotor.La causa por este robo está radicada en el Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, a cargo del magistrado Horacio Heriberto Alarcón, quien en las próximas horas pedirá el traslado de los sospechosos para la rueda de reconocimiento. Un asalto con rehenes a plena luz del díaDramático. Así fue catalogado el asalto perpetrado en la casa de uno de los dueños del supermercado Gauze, sobre calle Leandro N. Alem al 900 de Oberá; al parecer, cuando el propietario regresaba a casa después de la jornada de trabajo de todos los días, un tanto diferente debido a las festividades de Semana Santa. Eran alrededor de las 12.45 del jueves cuando el hombre llegó a la vivienda de calle México al 500 -casi Maipú- en su automóvil. Todo cambió en segundos: tres delincuentes armados lo sorprendieron cuando bajaba del vehículo y lo encañonaron, obligándolo a ingresar al inmueble.En el interior se toparon con la esposa del empresario y una empleada doméstica. El trío no tuvo mayores problemas para reducir a las mujeres y maniatarlas con precintos.Al parecer, intentaron hacer lo mismo con el hombre, pero éste se resistió y forcejeó. Aunque uno de los criminales puso coto a la tenaz resistencia de la víctima de un violento culatazo en la cabeza.No trascendió si el comerciante y las dos mujeres permanecieron en la sala, donde fueron sorprendidas, o si fueron encerrados en una habitación. Lo concreto fue que los oscuros personajes se tomaron algunos minutos para “requisar” “rincón por rincón”. Fue en esa recorrida delictiva que se alzaron con alrededor de 80 mil pesos en efectivo, algunos teléfonos celulares de última tecnología y una cadenita de oro, entre otros elementos de valor considerable. Con el suculento botín, huyeron con rumbo desconocido.En pocos minutos el empresario logró liberarse por su cuenta y dio aviso a los efectivos de la comisaría seccional Segunda de Oberá, tras liberar también a las otras dos víctimas.Las próximas horas, a partir de la realización de la ronda de reconocimiento, serán determinantes para la causa.
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